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martes, 2 de noviembre de 2010

¿QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DE LA ADOPCIÓN?

La adopción puede ser una amorosa alternativa para padres biológicos, quienes puedan tener una variedad de razones para estar impedidos para cuidar a sus hijos. También puede ser una respuesta a la oración de muchas parejas que no han podido concebir sus propios hijos. La adopción se muestra como algo favorable a través de la Escritura, como una forma en la que Dios usa a la gente para hacer Su voluntad y traerle gloria a Él.
En Éxodo se relata la historia acerca de una mujer hebrea llamada Jacobed, quien dio a luz un hijo durante el tiempo en el que Faraón (el rey) había ordenado que todos los niños varones que nacieran, fueran muertos a fin de controlar la población (Éxodo 1:15-22). Jacobed tomó un canasto, lo impermeabilizó con asfalto y brea, colocando en él a su bebé y lo dejó en río. Una de las hijas de Faraón, vio el canasto y recuperó al niño. Eventualmente fue adoptado dentro de la familia real y se le puso por nombre Moisés. Él creció y llegó a ser un fiel y bendecido siervo de Dios (Éxodo 2:1-10).

En el libro de Ester, una hermosa muchacha llamada Ester, quien probablemente fue adoptada por su primo después de la muerte de sus padres, llegó a ser reina y Dios la usó para llevar la libertad al pueblo judío. En el Nuevo Testamento, el Único y unigénito hijo de Dios, Jesucristo, fue concebido por medio del Espíritu Santo, en vez de haber sido a través de la simiente de un hombre (Mateo 1:18). Él fue adoptado y criado por el esposo de Su madre, José, quien adoptó a Jesús como su propio hijo.

Una vez que entregamos nuestros corazones a Cristo, creyendo y confiando solamente en Él para salvación, Dios dice que nos convertimos en parte de Su familia – no a través de un proceso natural de concepción humana, sino a través de la adopción – “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!" (Romanos 8:15). El integrar a una persona dentro de una familia, por medio de la adopción, es algo hecho por elección y procedente del amor. “…en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos Suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de Su voluntad”. (Efesios 1:5).
Claramente la adopción – tanto en el sentido físico como en el sentido espiritual – es mostrado como algo favorable a la luz de la Escritura. Tanto los que adoptan como los que son adoptados pueden recibir abundante gozo y bendiciones.

Tomado de: http://devocionalescristianos.org

¡Les Bendigo!

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