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jueves, 26 de febrero de 2009

LA EDUCACION DE MOISÉS

“Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras”. Hechos 7:22

Alguna gente señala que “no importa si uno tiene educación o no porque Dios le utilizara de todas maneras”. Cierto. Dios nos usa con o sin educación. Pero el aprendizaje de Moisés “con toda la sabiduría de los egipcios” (Hch. 7:22) prueba el valor de la educación cuando Dios lo llamo a guiar a Israel lejos de la cautividad.

Moisés pasó un tercio de su vida (40 años) en Egipto. Criado en medio de la realeza, estuvo expuesto a la impresionante cultura de los Faraones. Posiblemente su currículum incluyera ciencias políticas, administración publica, religión, historia, literatura, geometría y, tal vez, ingeniería e hidráulica.

Pero eso no fue el fin de la educación de Moisés. El paso otros cuarenta años en la “enseñanza superior” en el desierto, en los que estudio labranza animal mientras trabajaba como pastor. También aprendió sobre salud pública y comunidades primitivas. En conjunto, los dos primeros tercios de su vida lo prepararon para su labor más importante: Conducir a Israel en medio del desierto.

La inteligencia y la educación no hacen apta a una persona para servir a Dios. Por cierto, una persona educada se puede esconder detrás de sus conocimientos para evitar tratar a Dios. El joven Saulo cayó en esta trampa (Hch. 22:3-5), como lo hacían sus amigos fariseos. También ocurrió esto con los filósofos de Atenas (Hch. 17:16-34). Pero Esteban señala que no es el intelecto el problema, sino la voluntad; el peligro no viene por abrazar el conocimiento, sino por resistirse a Dios (Hch. 7:51).

Les Bendigo!

1 Cronicas 16:11-12


1 Cronicas 16:10


Romanos 5:1-2


jueves, 12 de febrero de 2009

Salmo 73:21-28


LA AMARGURA

Escrito por: Juilo Ruiz
11/11/2007

(Hebreos 12:14, 15; Efesios 4:26)

Después que el pueblo de Israel cruzó el mar rojo, caminó tres días por el desierto sin hallar agua, hasta que llegó a un sitio que denominaron Mara, por cuanto las aguas eran amargas (Ex. 15:22-27). Allí el pueblo murmuró y se quejó, pero el Señor le mostró a Moisés un árbol el cual echó sobres las aguas y se volvieron dulces, de modo que el pueblo pudo tomarlas. Quiera Dios mostrarte hoy ese “árbol” para que sanes las “aguas amargas” de tu vida. Todos sabemos que nada es más desagradable que lo amargo. Algunos todavía recordamos aquellas medicinas antiguas que eran muy amargas, aunque muy buenas. Hoy día se les han incorporado variedad de sabores para que la medicina sepa mejor, sobre todo si es para los niños. ¿Ha oído la expresión “me has amargado la vida?”. O aquella que dice: “Esa persona me amargó la existencia”. Mientras que otros cuando llegan a la casa dicen: “Hoy pasé un día amargo”. Con estos calificativos la gente quiere expresar un estado de ánimo muy contrario a la paz del espíritu. El presente tema tiene una importancia perentoria, por cuanto es el causante de serios problemas en la vida del creyente. La amargura es una especie de enfermedad con síntomas y consecuencias que afectan física, emocional y espiritualmente a las personas. Hay personas que tienen la amargura como compañera de viaje. ¿Quién es una persona amargada? Es alguien que ha sido herido. Alguna experiencia lo marcó de tal manera que su rostro y su carácter son un exacto reflejo de una raíz de amargura que no ha sido sacada. Pero usted ha sido llamado para vivir una vida con sabor… con sabor a cristiandad. ¿Cómo sanarse de la amargura?

I. PONGA AL DESCUBIERTO LA RAÍZ DE LA AMARGURA
1. ¿En qué consiste la amargura? Por lo general es el resultado de alguna ofensa, muy comunes a todas las personas. Por supuesto que en algunos casos las ofensas son reales, pero en otros casos son imaginarias. Esto es cuando creemos que hemos sido ofendidos y que alguien se aprovechó de nosotros. A lo mejor el ofendido oyó una palabra en son de chanza y luego tomó eso como una gran ofensa. Y, ¿qué sucede cuando somos ofendidos? Bueno, la reacción natural pareciera ser la de levantarse con enojo, con ira. En algunas ocasiones hay un deseo de hacer daño. La amargura consiste en que la persona, una vez ofendida, no siempre saca ese veneno sino que la guarda en su corazón. Comienza a pensar en la ofensa y hasta rumia una y otra vez. Por lo general la persona amargada siempre estará transfiriendo la culpa de su condición a la otra persona que le provocó la ofensa. Una señora que había matado a su gato y le había puesto el ojo morado a su marido, fue al siquiatra para que la sicoanalizara. El siquiatra sacó esto de su vida pasa. Cuado tenia a penas dos años la mamá le escondió su muñeca en un baúl, y esa era la razón por la que ahora está bebiendo. Cuando tenia tres años vio a su papá besando a su secretaria, y es la razón por la que ahora sufre de cleptomanía. Cuando tenia cinco años se la pasaba peleando con sus hermanos, de modo que eso explica por qué le había dado veneno a sus enamorados. Al final le dijo al siquiatra que ella era feliz con lo que hacía por cuanto la culpa era de otra persona. Así actúa una persona amargada. Siempre encontrará razones para justificar su conducta, porque: “La raíz de la amargura crece sobre el terreno de una ofensa que no ha sido enfrentada honestamente”. De allí que la Biblia nos exhorta a descubrir estas raíces para luego aniquilarlas.

2 ¿Por qué la Biblia habla de la raíz de la amargura? Bueno, porque es algo que no se ve; algo que está subterráneo, solapado. Así tenemos que pocas personas podrán admitir que tienen esta enfermedad del alma por cuanto está muy bien oculta. La amargura crece y se anida en nuestras vidas echando sus raíces. Si la vida no ha sido como esperaba, la persona tiene una amargura que le ha hecho daño. Esa persona siente amargura por la sociedad, por la iglesia o contra Dios mismo al ver que nada cambia. ¿Se ha preguntado por qué algunas veces siente que hay algo que le causa molestia en su vida, en la iglesia o en la familia? ¿Por qué muchas veces no puede entender la Biblia o ha dejado de ser un ganador de almas? No es extraño que pudiera haber alguna raíz de amargura que está estorbando lo que más anhela para su vida espiritual. Déjeme darle algunas pistas para ver si usted tiene esta enfermedad. Una persona amargada siempre va a estar criticando. Le va a encontrar fallas a todo. Son personas que se quejan por todo. Son llorones y buscan que se compadezcan siempre de ellos. A lo mejor usted puede estar pensando, ¿pero cómo un creyente puede vivir una vida amargada? La respuesta la encontramos en este texto. Este libro fue escrito para los santos, de manera que no somos inmunes a la amargura. Y sabía usted que la contradicción más grande es ver a un santo amargado. Jonás es la representación de un santo amargado (Jonás 4). Sea honesto con su Señor. ¡Descubra esa raíz y mátela! No deje que ella siga creciendo en su corazón.

II. NO PERMITA QUE LA AMARGURA TERMINE DANDO SUS FRUTOS
1. La amargura corta las bendiciones de la gracia. Es un hecho que la raíz al final dará su fruto sea bueno o sea malo. Cuando usted está amargado tiene que saber que se está haciendo un gran daño, pero además se lo estará haciendo a otros. La amargura le llevará a enfrentar problemas físicos, emocionales y sociales. El creyente amargado pierde las bendiciones de la gracia. ¿Qué es lo que sucede cuando usted permite que alguien le cause amargura? Lo más probable es que usted se convierta en un esclavo de esa persona. Es como si concluyera de una manera derrotado, diciendo: “El hombre que odio me persigue a donde quiera que voy… no puedo escapar de sus garras que laceran mi mente. El hombre que odio me prohíbe disfrutar de las cosas que más quisiera”. Dios ha reservado una buena parte de sus bendiciones para nuestra vida, pero pudieran ser estorbadas si dejamos que la amargura eche sus frutos. ¿De cuántas bendiciones se estará perdiendo por esta enfermedad? Dígale al Señor que le muestre el “árbol” para sanar sus aguas amargas.

2. La amargura trae ausencia de paz y santidad. Uno de los feos frutos de la amargura es que le roba la paz y la santidad al creyente. No puede vivir en completa paz quien conserva una raíz de amargura. Pero lo que es peor aún, no puede alguien vivir una vida de santidad si no se ha sanado de esta enfermedad. No puede una persona vivir en santidad y en pecaminosidad a la vez. El texto nos dice que si estas dos virtudes están ausentes de la vida del creyente, el tal no podrá ver al Señor. Esto implica que la falta de estas dos necesidades del alma se constituye en un serio impedimento para la comunión con Dios. La falta de santidad en la vida cristiana crea una especie de separación entre Dios y nosotros. Una raíz de amargura genera el fruto de una vida hostil, donde la intranquilidad y los pensamientos negativos son los que más abundan. Mire la orden: “Buscad la paz y la santidad…”

3. Por la amargura muchos son contaminados. Una persona amargada contamina a otra. La amargura es una especie de enfermedad viral. Cuando uno cae en la casa el resto llega a tener el mismo virus. Un hombre amargado, le amarga la vida a su esposa y a sus hijos. Lo mismo sucede con una mujer. Toda la familia es contaminada cuando no se mata la raíz de amargura en alguno de sus miembros. Hay padres que le han hecho serios daños a la vida de sus hijos. Muchos viven hoy resentidos por el carácter de padres amargados. Esto también se puede aplicar en la vida de la iglesia y por supuesto en la sociedad. Es una especie de reacción en cadena. El aire contaminado no le hace bien a los pulmones.

III. HAY QUE MIRAR BIEN HASTA HALLAR LA AMARGURA
1. Necesitamos hacer una minuciosa búsqueda. No es casualidad que el texto comience diciéndonos: “Mirad bien…”. A veces nos metemos en serios problemas por no mirar bien. No es fácil encontrar la raíz de la amargura. Bien pudiera esconderse detrás de una máscara. Se cuenta de un pastor y sus diáconos que fueron a jugar golf. Un diácono le dice: “Usted es la persona mas ecuánime que he conocido, siempre está sonriendo. Cuando yo envío la pelota a la arena, al agua, a cualquier sitio, no puedo dejar de mostrar mi disgusto. Pero usted comete los mismos errores que yo y sin embargo, continúa sonriendo. Si, lo se, pero has notado que donde escupo, la hierba se seca”. En la forma como vivimos podemos estar podando las ramas, pero esto hace que la raíz se fortalezca.

2. Necesitamos sacarla completamente. No veo otra manera de sacar la amargura como aquella de perdonar a la persona que le ha hecho daño. En Efesios 4:31-32 encontramos un texto que debiera ser aplicado de una manera particular en la vida. Aquí está el secreto para quedar sano de la amargura. Hay que perdonar completamente a la persona que le ha hecho daño. Algunos dirán: “Pastor eso no es justo”, ellos merecen mi ira. Pero el problema es que usted no sabe lo suficiente para castigarlos. La palabra dice: “Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. Su amargura le hará mas daño a usted que a la otra persona. El texto dice: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia…”. Es posible que el perdonar sea muy duro, pero el calvario fue peor. Cristo sufrió para perdonarnos. Se ha dicho que: “El perdón es la fragancia que queda en el pie del que pisa una violeta”. Usted llega a ser benigno, misericordioso, perdonador porque ya Cristo lo hizo con usted. Si quiere sacar la esa raíz de la amargura, ¡perdone completamente!

3. Necesitamos reemplazar lo sacado. El versículo 14 comienza diciéndonos: “Seguid la paz y la santidad”. No es suficiente que matemos la raíz de amargura, debemos anhelar la paz con nuestros hermanos. Debemos desear vivir reconciliados. Traiga usted a esa persona a los pies de Cristo. No siga más prisionero de su amargura. No siga permitiendo que el hombre que odia lo siga persiguiendo. Ponga la paz y la santidad en su corazón. Si quiere ver al Señor en una profunda comunión saque la raíz de amargura de su vida. No deje que crezca más. Reemplácela poniendo allí la paz y la santidad.

CONCLUSIÓN:
Efesios 4:26 nos habla de la actitud que debiéramos tener hacia la amargura. Tenemos que recordar que el enojarse no siempre es pecado. Jesús es buen ejemplo de esto cuando volcó las mesas de los cambistas. Pero Jesús jamás se enojo por lo que le hicieron personalmente. “No se ponga el sol sobre vuestro enojo”; esto quiere decir que usted no debe complacer el enojo. Que no vaya a la cama enojado y se despierta enojado. Tiene que recordar esto, cuando usted deja que la amargura eche raíces en su vida, usted le está dando lugar al diablo v. 27. Después que Moisés echó el árbol sobre las aguas amargas, salieron y llegaron hasta un sitio llamado “Elim.”. Se dice que aquel era un lugar de abundantes aguas dulces, pero además rodeado de hermosas palmeras donde el pueblo reposó de su viaje (Ex. 15:27). El Señor te saca de Mara para que llegues a la tierra de Elim. Sana las “aguas” de tu amargura. Recuerda que Jesucristo es el “agua viva”. ¡Mata la raíz de tu amargura! No dejes que ella siga creciendo.

Eclesiastes 9:9


2 Pedro 3:8b


martes, 10 de febrero de 2009



COMO LAS ÁGUILAS

Por: Profeta Diego Peláez
www.atalayasenaccion.net

Somos la Iglesia del Señor y siempre hemos sido animados por las escrituras a ser como las águilas y a remontarnos en las alturas. Salmo 103:1-5, Isaías 40:29-31.

“Una vez una mujer encontró alrededor de una montaña un huevo en el suelo y cuando le vio pensó que quizás era uno de los huevos de la gallina que tenia en la granja, ella cogió el huevo y se lo puso a la gallina con los otros huevos que ella estaba empollando, pasado el tiempo los huevos empezaron a reventar y los pollitos a salir, cuando la señora vio a aquel pollito que salía del huevo que ella había encontrado noto que era un poco mas grande que los demás, pasado el tiempo los pollitos crecieron y aquel pollito también creció pero un poco mas que los demás, su pico, sus alas y sus garras habían crecido casi el doble de las demás gallinas, pero la granjera no puso cuidado a esto pues aquel polluelo vivía y convivía como una gallina normal.

Un día estaban todas las gallinas en el patio y con ellas estaba aquel polluelo gigante, cuando vino sobre aquella granja una tormenta y aquel viento arrecio fuerte sobre el gallinero y las gallinas que estaban en el patio empezaron a revolotear y corrieron a esconderse, mientras tanto aquel polluelo gigante lo único que hizo fue abrir sus alas y extenderlas y mientras las demás gallinas se escondían, aquel viento se metió por debajo de las alas de aquel ave y fue levantada en lo alto de la tormenta, ese polluelo no era otra cosa que un ÁGUILA”.

¿Somos águilas o somos gallinas?

ÁGUILAS
1. Viven en las alturas
2. Cazan su alimento
3. Vuelan alto y largas distancias
4. Se remontan sobre el viento

GALLINAS
1. Son rastreras
2. Dependen del maíz de otros
3. Su vuelo es bajo y corto (revolotean)
4. El viento las espanta

Un hombre se encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos. Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los pollos, pensando que era un pollo. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos, piando y cacareando. Incluso sacudía las alas y volaba unos metros por el aire, al igual que los pollos. Después de todo, ¿no es así como vuelan los pollos?

Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día divisó muy por encima de ella, en el limpio cielo, a una magnífica ave que flotaba elegante y majestuosamente por entre las corrientes de aire, moviendo apenas sus poderosas alas doradas.

La vieja águila miraba asombrada hacia arriba.

__ ¿Qué es eso?, Preguntó a una gallina que estaba junto a ella.
__ Es el águila, el rey de las aves, respondió la gallina. Pero no pienses en ello. Tú y yo somos diferentes de ella.

De manera que el águila no volvió a pensar en ello. Y murió creyendo que era una gallina de corral.

Hay veces que vivimos como gallinas, pero es hora de despertar el águila que hay en nosotros y remontarnos en las alturas.

1. - El águila es el ave mas comprometida que Dios haya creado - Compromiso.
a. Cuando las águilas son adultas buscan una pareja y forman su familia, esto es a los 4 o 5 años de edad. Esa pareja no puede ser de la familia - incesto.

Así, las Águilas adquieren un compromiso aun antes de unirse, y cuando se han unido, ellas no saben lo que significa la palabra divorcio. Por ello la única manera en que un águila se pueda unir a otra que no sea su pareja, es cuando el compañero muere. Tampoco saben nada acerca de tendencias homosexuales, es decir están definidas.

Cuando ellas hacen su nido, cada año lo hacen mas y más fuerte, siempre regresan al nido, pues este nido lo heredan a la siguiente generación. Una vez que construyen su nido, no lo dejan. Tampoco son de aquellos que dejan a sus aguiluchos, los crían hasta que les han enseñado a volar y a sobrevivir.

Aun cuando ellas están cazando, también son muy comprometidas, son también muy buenas en ello, únicas, pues se elevan a gran altura como unos 3 Km. y desde ahí pueden ver a su presa, gracias a que tienen unos ojos especiales, su iris no se mueve. Por ello pueden fijar su vista en su presa y así empezar a descender con tal rapidez, hablamos de aproximadamente 300 Km/hr. Esto es una velocidad increíble.

Las Águilas no solo fijan su vista en su presa, sino que también pueden ver lo que sucede a su alrededor, así también para nosotros los cristianos, Dios quiere que establezcamos nuestros objetivos pero a la vez podamos ver también nuestro entorno.

Otra característica que tienen las águilas es que tienen 2 párpados, y el segundo párpado es transparente, esto es pueden ver con estos cerrados. Esto es lo que le ayuda a no afectar su sentido de la vista cuando baja por su presa o bien cuando esta peleando.

b. Dios manda a la iglesia a ser como las águilas y si algo tienen las águilas es su compromiso, su lealtad, su fidelidad.

Hoy en día la iglesia del señor debe de ser fiel en tres dimensiones:

A Dios - Isaías 44:8, Isaías 45:22-23, Deuteronomio 5:7.
A sus ordenanzas – Josué 1:8, Josué 24:24.
Al llamado – 2 Timoteo 1:9, Romanos 8:28, 1 Corintios 7:17.

2da Timoteo 2: 1-2, 1Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

Dios esta buscando hombres fieles, comprometidos como el águila con estas tres dimensiones, Pablo le dice a Timoteo: “encarga a hombres fieles” comprometidos y también “idóneos para enseñar también a otros” como él águila fiel con sus aguiluchos ósea preparando a otros para que también estos sean idóneos.

2. - El águila es muy fuerte – Fortaleza.
a. El águila puede cargar el doble de su peso. Por ello cuando esta construye su nido, puede acarrear maderos tan grandes sin problema alguno, lo levanta y lo lleva muy alto hasta donde están las rocas. Es decir, construye su hogar tan alto donde ningún otro animal puede llegar y esto gracias a su capacidad de volar a lugares muy altos. Y lo puede hacer lo más rápido como ninguna otra lo pudiera hacer, es la mas fuerte de todas las aves.

¿Sabes porque es tan fuerte?
Porque come alimento fresco y limpio, saludable para ella. No come comida descompuesta o de cadáveres, sino que le gusta comida del día. El águila es un experto cazador y tiene tal habilidad y destreza que con sus uñas bien puede levantar hasta un caballo, y tan fuerte que bien puede estrangularte, quebrarte el cuello, también, puede tomar su presa manteniéndola viva. Esto ultimo lo hace para cuando alimenta a sus aguiluchos o bien a las águilas jóvenes. Es decir que cuando tú veas que un águila toma a su presa y esta se va moviendo de entre sus garras para llevarlo a su nido vivo, y de esta manera enseña a los más jóvenes a que deben comer carne fresca. La fuerza del águila radica en sus vuelos a grandes alturas, ella no cuenta con grasa en su cuerpo, pues sus altos y grandes vuelos le ayudan a quemar la grasa.

b. Algo muy particular del águila es que todo lo que ella hace lo hace en dos lugares:
En las alturas, Nunca veras un águila caminando en la hierba buscando que comer o buscando comida en el suelo, ella mantiene en las alturas y es de esa manera que el cristiano debe de vivir en la maravillosa presencia de nuestro señor y cuando ella caza nunca la verán comiendo en el suelo como lo hace las aves de rapiña, ella siempre después de cazar la presa se la lleva a comer en un lugar alto. Isaías 57:15, Salmo 84.

Sobre la Roca, El águila nunca come en el suelo siempre lo hace sobre la roca, es mas ella todo lo hace sobre la roca, su nido, su alimentación, su descanso y aun su muerte. Isaías 33:16 dice que nuestra morada será segura en las rocas, pues Jesucristo es nuestra roca, 1 Corintios 10:4, Salmo 62:6-7.

c. El águila fuera de que no come en el suelo, no es un ave de rapiña y solo come carne fresca que ella misma caza y no como las aves de rapiña que comen en el suelo animales que otros han cazado y en estado de descomposición.

Somos llamados a alimentarnos de lo fresco de Dios, de ese mana de cada día, nuestras mentes deben de ser renovadas para que podamos digerir esa palabra rhema la cual Dios esta trayendo a la iglesia en estos tiempos, aquellos que han estado comiendo alimento de ayer, mana del día anterior son aquellos que están rechazando este despertar apostólico y profético del hoy de Dios en sus vidas y sus mentes no aceptan lo nuevo porque se alimentan de lo viejo. Lucas 10:21, Amos 3:7, Deuteronomio 29:29.

Recordemos
El águila todo lo que hace, lo hace en dos lugares:
- En las alturas (Movernos, permanecer en su presencia).
- Y sobre la roca (Todo lo que hacemos, en quien confiamos).

Es increíble todo lo que puede enseñarnos este maravilloso animal.

3. Son increíbles guerreros.
Las águilas son aves que dominan las alturas y como tal debe de enfrentarse a tres enemigos:

a.- Primer enemigo, las Tormentas – situaciones que nos rodean en el mundo
Las tormentas, los tornados, los huracanes, son sus enemigos naturales, pero las águilas no huyen, no se esconden de las tormentas antes las enfrenta.

El águila busca una roca allá en lo alto y se sienta sobre ella y se enfoca hacia donde esta la tormenta. El águila tiene la facultad de prever la tormenta aun antes que los meteorólogos, esto es muy interesante y ¿sabes como lo hacen?

El águila tiene la sensibilidad de sentir como va moviéndose la tormenta, puede sentir el cambio y la temperatura cuando se queda muy quieta sobre la roca. Como lo reconoce, pues cuando el clima, es decir la temperatura y el viento va cambiando, sabe que viene una tormenta. Pero como es esto? ¿Sabes donde tienen sus censores? Están dentro de sus oídos. Cuando un águila sabe que vienen una tormenta se prepara y se va hacia su nido, se provee, antes de que venga la tormenta y ya esta sobre la roca, se queda quieta sintiendo el viento y la temperatura, entonces en el momento justo abre sus alas y se deja caer sobre la tormenta. No le corre a las tormentas, se mete en medio de ellas. Por que en medio de la tormenta hay una temperatura medio caliente, y cuando la empieza a sentir dentro de sus alas es cuando ella se empieza a levantar, cada vez mas alto y más alto hasta que se encuentran sobre la tormenta y ahí se queda 3 Km arriba viendo como la tormenta destruye todo pero no a ella.

En Juan 17:15, Jesús dijo: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”, no es la voluntad de Dios que seamos quitados del mundo, solo que seamos guardados de el, mientras El viene por nosotros, nosotros al igual que las águilas debemos de usar aquellas circunstancias adversas que vienen diariamente a nuestras vidas para remontarnos sobre ella y fortalecernos en las alturas, acuérdese que la única manera de volar alto es usar el viento en contra.

Acordémonos que el mismo viento que espanta a las gallinas es el mismo viento que levanta al águila.

En él rió del Espíritu la mejor manera de ir rápido es seguir la corriente, pero en los vientos de la tormenta la mejor manera de volar alto es yendo en contra de ella.

Somos llamados a fortalecernos y refugiarnos en las alturas en tiempos difíciles, mientras que la gallina se espanta y se va de la iglesia cuando vienen las pruebas y las dificultades, el águila se refugia y se fortalece en Dios y las usa antes para estar en las alturas.

b.- El segundo enemigo son las Serpientes – Satanás y sus tentaciones.
Es increíble que el águila que es un ave que mantiene en las alturas, tenga como enemigo a la serpiente que es un animal completamente rastrero.

La serpiente nunca atacara a un águila, ella sabe que el águila la mataría de inmediato, por eso aprovecha cuando ella sale a cazar para deslizarse y comerse a los aguiluchos, así mismo es Satanás, él sabe que nunca podrá hacerle daño a Dios, pero él si sabe que la única manera que el tiene para tocar a Dios es a través de su iglesia, Satanás sabe que el punto débil de Dios somos nosotros y sabe que somos la niña de sus ojos, que somos el cuerpo de Cristo.

Así mismo paso con Adán, Satanás sabia que la única manera de llegar a él, era a través de Eva, él no estaba interesado en Eva, él estaba interesado era en Adán, pues es a través de Adán que entro el pecado al mundo.

Satanás busca herir a la iglesia, ya que sabe que no puede tocar a Dios.

El águila reacciona de dos maneras frente a la serpiente:
1. La toma y la lleva tan alto como pueda y una vez arriba, la deja caer sobre la roca, entonces una vez hace esto, la toma y alimenta a sus aguiluchos. Apocalipsis 17:14, Juan 16:33, Jeremías 1:19.

Cristo venció a Satanás en la cruz y nos entrego la victoria.

2. Otra cosa que hace, es tomar a la serpiente con sus garras por la cabeza y con la otra el cuerpo, le arranca la cabeza y alimenta a sus aguiluchos. El águila hace lo mismo que la escritura dice que hará la simiente de la mujer, pararse en la cabeza de la serpiente y vencerla. Génesis 3:15.

C.- El tercer enemigo que tiene el águila es el halcón – nuestra naturaleza.
El Halcón mata sin ninguna razón a las águilas, solo porque las encuentra, es un depredador natural, y lo que hace es que vuela alto detrás del águila y una vez que se encuentra a sus espaldas viene sobre ella y la toma. El águila tiene un punto ciego y este esta atrás de la cabeza, realmente el águila no se esta cuidando del halcón, lo que hace tan peligroso al halcón es que el águila no se cuida de él, no lo busca, no lo persigue, no se protege contra él.

Así mismo la iglesia tiene un enemigo y es quizás el más peligroso de todos, y es el más peligroso por que no nos cuidamos de él, a veces culpamos al mundo y sus distracciones o sino culpamos a Satanás y sus tentaciones, pero rara vez nos cuidamos de nosotros mismos y de nuestra antigua naturaleza, ese viejo hombre que esta viciado con los deseos del mundo, la carne de la cual dice la escritura debemos de cuidarnos de la siguiente manera:
- Someterla a Dios, Santiago 4:7.
- Y crucificarla, Gálatas 2:20, Gálatas 5:24.

El halcón del cual no nos cuidamos por su familiaridad con nosotros es quizás el más peligroso enemigo que tiene el águila, por eso debe de haber una continua supervisión diaria de nuestra vida, para que no nos dejemos ganar ventaja de ella, un morir continuo a nuestras pasiones y deseos.

Mateo 15:19, “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias”.

Gálatas 2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.

Efesios 4:22-24, “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.

Romanos 6:6, "sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con el, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos mas al pecado".
4. - Se mantienen solas
a. Esta es una característica que tienen las Águilas, nunca se ha visto un águila volando con otras águilas o en grupos, es mas cuando el águila afronta el momento culminante de su vida, cuando avizora el momento del final de su existencia, lejos de amedrentarse, de recluirse, de cerrarse en si misma, realiza el mayor de los esfuerzos de toda su vida en desplegar sus alas hasta que la sombra que produzca sea la mayor jamás vista. Así se eleva hasta las mayores de las alturas donde encontrará el lugar que ella misma elige para su muerte. La última imagen que puedas tener de un águila siempre será la de la majestuosidad de su figura con sus alas extendidas.

b. como águilas, nuestro llamado depende solo de Dios y no de los hombres por lo tanto le servimos es a él y nuestra recompensa vendrá de los cielos y no de la tierra, es importante que entendamos que antes que un compromiso congregacional o grupal, nuestro compromiso es individual, no nos debe de importar si nos han fallado o si otros han fallado, nada debe de contaminarnos en el momento de proseguir en nuestro supremo llamamiento, cada águila, cada hombre deberá de correr por su salvación, veamos algunas cosas que toda persona llamada deberá de hacer primero individualmente:

1. Vida de Oración.
2. Vida de Adoración.
3. Vida de Santidad.
4. Vida de Compromiso.

En estos cuatro aspectos cada cristiano deberá de ser como el águila, primero deberá de vivirlos a solas, antes de pensar ir a reunirse con otras águilas, pues nuestra oración, adoración, santidad y nuestro compromiso a nivel de iglesia deberá ser el resultado de una intima relación de estos 4 puntos a solas con Dios.

C. Así como el águila aun en sus últimos momentos no pierde su majestuosidad, sino que se remonta en las alturas hasta producir una inmensa sombra sobre la tierra jamás vista, asimismo nosotros en nuestros momentos más difíciles debemos de remontarnos a solas en las alturas, refugiarnos en la maravillosa presencia de Nuestro Señor y no andar por ahí, mostrando a todo mundo nuestra desgracia, nunca nadie vera un águila morir en el suelo, ellas buscan en esos momentos difíciles las alturas.

D. Como águilas debemos de buscar siempre dejar impregnado en la tierra la maravillosa sombra de nuestro testimonio, así como ella busca dejar su sombra sobre la tierra como nunca jamás se ha visto, así mismo desea Dios que sus hijos seamos recordados con dignidad y gozando de un excelente testimonio que le glorifique.

Enoc - Génesis 5:24, Abraham - Hebreos 11:8, Juan Bautista – Mateo 11:7-11.
Y en hebreos 11, encontraremos una lista de hombres que son recordados por su fe y su testimonio, es de esa manera que debemos de dejar ver nuestra sombra en este mundo.

Recordemos: “Todo lo que hace el Águila, lo hace en las alturas y sobre la Roca

Recopilado por:
Diego Peláez
E-mail:
diego.pelaez@hotmail.com www.atalayasenaccion.net
Bogota – Colombia.

1 Juan 4:7-8


1 SAMUEL 16:7b


viernes, 6 de febrero de 2009

SANTIAGO 4.8


UN DÍA DE REPOSO

Y acabo Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposo el día séptimo de toda la obra que hizo”. Génesis 2:2

Cuando Dios “reposo el día séptimo de toda la obra que hizo” (Gn. 2:2) enseñaba a la humanidad su intención de que existiera un día de reposo semanal. Claramente, Jehová hizo esto por el bienestar de Adán y Eva (y también por el nuestro), porque de mas esta decir, que Dios no reposo porque estuviera cansado o porque lo necesitara, así como nosotros lo necesitamos. Entonces, ¿Por qué razón lo hizo y, por otro lado, de que forma deberíamos hacerlo nosotros?

El termino Sabbat tiene su raíz en la palabra “cesación”. El día séptimo, Dios ceso su trabajo de la creación del mundo (Ex. 20:8-11). Sin embargo, no ceso su tarea de sustentar y mantener el mundo (Sal. 145:15-16; Col. 1:17). Esta distinción nos ayuda a aclarar el significado del Sabbath, un día de reposo que se aparta para Dios (o se santifica) y se bendice. Su intención es clara, quiere que la gente lo emule, y cese su labor diaria; el ejercicio de su dominio sobre la creación (Gn. 1:28-31); solo por un día entre siete.

Pero este día ¿debería ser solo para descanso? Por supuesto que no, ya que uno de los propósitos mas importantes del día de reposo hoy es proveer un día para los creyentes con el fin de adorar y centrarse en Dios, como seres individuales y como comunidad (Is. 28:13-14). Esto, obviamente no significa que somos libres de ignorar a Dios los seis días restantes; todos los días pertenecen a Dios (comparar con Ro. 14:5-13) pero este día nos da la especial oportunidad para ir ante el Señor, demostrar nuestra dependencia en El como Creador y demostrar nuestra obediencia a El como Señor.

Esto es lo que el día de reposo, o en los tiempos del Nuevo Testamento, el día del Señor, significa: no solo es un día de descanso para entretenerse en actividades ociosas, sino que considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto mas, cuando veis que aquel día se acerca” (He 10:24-25).

Existe una obvia tensión acerca de cómo deberíamos lidiar con el Día del Señor, como una reposo verdaderamente cristiano. En definitiva, el tema es recordar que Jesús declaro que Dios estableció “el día de reposo por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo”. (Mc 2:27). La observancia del día de reposo tampoco deber llegar a ser una obligación legal. En realidad, muchas veces, las circunstancias requieren que desarrollemos ciertas labores durante ese día: un buey podría caer en una zanja y deberíamos sacarlos de allí (Lc. 14:5). Asimismo, los seres humanos tenemos necesidades básicas, que debemos llevar a cabo, incluso durante el domingo (Jn. 5:8-9).

Cuando Dios reposo y aparto el séptimo día, su intención no era mantener la observancia del reposo como una regla sofocante que estamos obligados a seguir. El reposo tenia el objetivo de proveernos de verdadera libertad, para no convertir el trabajo en tiranía y para poder gozar de la compañía de Dios, de nuestros vecinos y de nuestros seres amados.

¡Les Bendigo!

SANTIAGO 4.14


SALMO 119:11


martes, 3 de febrero de 2009

EZEQUIEL 36:26


JUAN 8:31-32


ISAIAS 44:6


MATEO 5:4


PROVERBIOS 3:24


MARCOS 12:30


JEREMIAS 1:5


SALMO 1:6




EL PERDÓN

¿Qué es el perdón?

La gente a menudo tiene la impresión de que la Biblia requiere que el perdón sea incondicional. Pero la Biblia no dice eso. Nos dice que debemos perdonar "de la manera que Cristo [nos] perdonó" (Colosenses 3:13). Aunque el perdón de Dios es inmerecido, no es incondicional. El perdón del Señor es ofrecido sólo a aquellos que confiesan su pecado y se arrepienten (2 Crónicas 7:14; Levítico 26; Lucas 13:3; 1 Juan 1:8-10).

Superficialmente, podría parecer noble perdonar incondicionalmente. Pero el perdón incondicional por lo general está motivado más por el temor que por el amor. Y por eso usualmente es destructivo. Si una esposa sigue perdonando incondicionalmente a un marido que tiene el hábito de ser infiel y abusador, su tolerancia probablemente dé como resultado más abuso y falta de respeto. Esa clase de perdón "incondicional" expresa la determinación de aferrarse a las cosas como están. Por muy malas que estén las cosas, esta mujer teme que empeoren si hace a su esposo responsable. La pasiva aceptación de su conducta probablemente lo anime a seguir en su pecado. En lugar de que su perdón sea un acto de amor útil, en realidad es una violación al amor que obstaculizará el crecimiento de su esposo hacia la semejanza a Cristo.

La enseñanza específica de Jesús acerca del perdón en Lucas 17:3-4 dice claramente que el perdón debe venir después del arrepentimiento:

“Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale”.

El perdón inmerecido y el perdón incondicional son cosas radicalmente distintas. Se necesita valor y carácter para perdonar a aquellos que se arrepienten y nos piden perdón. Si los perdonamos, corremos el riesgo de que nos hieran de nuevo. Su arrepentimiento no se gana nuestro perdón de ninguna forma. Ellos siguen siendo responsables del daño que han hecho. Pero aunque su arrepentimiento no los hace merecedores de nuestro perdón, sí los hace elegibles. Podemos perdonarlos gracias al ejemplo de perdón que Dios nos ha dado en Cristo (Mateo 18:21-35).

El perdón incondicional es una afrenta contra la justicia y una negación del significado del pecado y sus crueles efectos. El perdón inmerecido es una expresión de amor divino y la única base para nuestra esperanza de salvación.

En un mundo imperfecto, el perdón no debe darse incondicionalmente. Pero siempre debemos estar dispuestos a compartir el perdón inmerecido que hemos recibido a través de Cristo. Debemos ser realistas al confrontar a nuestros enemigos, pero también debemos procurar amarlos y responderles de una manera que a la larga sea para su bien.

¡Les Bendigo!