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domingo, 7 de noviembre de 2010

PALABRA PROFÉTICA MES DE NOVIEMBRE DE 2010

1. Tiempo de reencuentros
Este es un tiempo donde tendrás muchos reencuentros con diferentes personas que creías que ya no verías, con aquellos que se fueron hace mucho tiempo, pero a quienes Yo he estado inquietando sobre ti y que vendrán a encontrase contigo, declara el Señor. Yo haré que el espíritu de Elías se mueva por toda la tierra, haciendo que el corazón de los padres se vuelva a los hijos y el corazón de los hijos se vuelva al de los padres, trayendo unidad en medio de las familias, declara el Señor. Haré que aun aquellos matrimonios rotos y sin esperanza se reencuentren y sean restaurados, de tal manera que los hijos que han tenido rotos sus pequeños corazones, sean restaurados y experimenten sanidad. Declara el Señor,

“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”. Malaquías 4:5-6

2. Tiempo de encontrarse con la zarza ardiente

Así como Moisés un día común y corriente, como los que había tenido en los anteriores 40 años, se encontró con mi presencia, cuando quizás no se lo esperaba; sin embargo ese día Yo lo tenía planificado desde la eternidad, pues era día de transformación, de encuentro, de asignación y lanzamiento ministerial; de igual manera te anuncio que en este mes he apartado un día para encontrarme contigo, para transformarte, para sacarte del anonimato, para lanzarte a un nuevo nivel ministerial, para lanzarte a tu destino eterno, para iniciar un proceso de rompimiento en tu vida. Este mes todo cambiará para ti, este mes será un mes que recordarás el resto de tu vida, porque te encontrarás con mi presencia y esto marcará tu vida para siempre, dice el Señor.

“Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.” Éxodo 3:2

3. Tiempo de apariciones angelicales
Las fuerzas de oscuridad han decidido aumentar su accionar sobre la tierra, para traer muerte y destrucción y para atacar especialmente a aquellos que están tomando las armas espirituales, a aquellos que han decidido caminar en pacto conmigo. Por tal razón estoy convocando a los ejércitos celestiales a que aumenten su actividad en medio de la tierra, y muchos están siendo asignados a tu vida y a tu ministerio para defenderte y para cuidarte, cuando te movilizas en tu llamado y en tu tarea ministerial. Así que no te sorprendas ante el aumento de la actividad angelical y ante sus apariciones porque se están moviendo como tus auxiliadores, declara el Señor.

“No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón”. Salmos 91:10-13

4. Tiempo de promociones

Has estado dentro de un proceso de evaluación, he estado evaluando tu reacción ante las adversidades, ante el rechazo, ante las tentaciones, ante la escasez. Este proceso de evaluación fue necesario para considerar tu promoción. Hoy te anuncio que este mes es de promoción, aunque fue fuerte la evaluación, y fue un tiempo muy doloroso, sin embargo el gozo de la promoción te hará olvidar este tiempo pasado.

Haz pasado a otro nivel a otra dimensión, tu asignación y tu nivel de autoridad han aumentado. En este tiempo verás las felicitaciones viniendo de todas partes, verás regalos viniendo como recompensas. Cuando recibas los regalos sin aparente motivo, recuerda que es por tu promoción, declara el Señor.

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”. 1ª Corintios 9:24-27

5. Tiempo de respuestas que necesitas

Tal como me comprometí contigo, que si me clamabas Yo te respondería, te anticipo que este mes te daré las respuestas que has pedido. Tengo muchas respuestas que son positivas porque eso es lo que has estado esperando. Son positivas las peticiones de visas, residencias permanentes, son positivas las solicitudes de préstamos para capital, las solicitudes de empleo; son positivas las respuestas a proyectos de trabajo presentados ante instituciones y empresas; son positivas las respuestas a solicitudes de permisos para realizar eventos. Pero también tengo muchas respuestas que son negativas. Son negativas las respuestas de exámenes laboratorio o análisis clínicos sobre enfermedades crónicas (cáncer, diabetes, lupus eritematoso, insuficiencia renal, HIV, problemas cardíacos, problemas hepáticos, problemas respiratorios, alergias, etc.); también son negativas todas las demandas que han realizado en contra tuya; eres declarado sin culpa y eres libre. Así que este mes es mes de respuestas favorables a ti, declara el Señor.

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3

6. Tiempo de echar las cargas en el Señor
Si tú te vuelves a mí de todo tu corazón, si tomas la decisión de caminar en completa sumisión a mi Palabra y a Mi Voluntad, dice el Señor, Yo te haré reposar, te daré descanso. Puedes echar tus cargas sobre Mi, puedes descansar porque Yo tengo cuidado de ti, Yo te hago caminar en mi paz, en mi reposo, Yo tengo cuidado de tu vida, Yo tomo tus preocupaciones, tus cargas, tus ansiedades y a cambio te doy mi paz que sobrepasa todo entendimiento. Así que este es un tiempo para que eches tus cargas sobre mí, declara el Señor.

“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. 1ª Pedro 5:6-7

7. Tiempo de canciones de amor

Estoy desatando en medio de la tierra nuevas canciones de amor, declara el Señor. Estoy enviando en medio de mi pueblo un tiempo de manifestaciones visibles de mi amor ágape, amor incondicional, amor que cubre las faltas y perdona, amor que hace que las miradas no se enfoquen en las faltas, sino en las virtudes y talentos. Te estoy rodeando de amor sanador que te permita sanar las heridas que las desilusiones te han provocado. Yo te amo, declara el Señor, te amo incondicionalmente y te rodeo de música celestial, Mi música, la que te transmite mi amor; solamente ven a mi presencia cuando la tristeza te quiera apresar y te envolveré en mi atmósfera de amor y de la música que se produce en el cielo, dice el Señor.

“Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”. Cantares 2:10-12

8. Tiempo de sorpresas

Este mes te sorprenderé con respuestas de una forma diferente de cómo tú lo esperas, romperé tus esquemas, pues lo que tengo preparado para ti ciertamente lo recibirás. No te preocupes mas por la forma de cómo vendrá lo que esperas, solamente cree y confiesa que vendrá, yo soy tu Padre que te ama y te conoce, y quiere bendecirte, te cambiaré el rostro de tristeza, de incertidumbre, por un rostro de asombro y alegría, a tal punto que saltarás, llorarás y gritarás de asombro, hijo te amo, yo celebraré contigo, dice el Señor.

9. Tiempo de dependencia absoluta
Te estoy llevando por un camino donde quitaré todas aquellas cosas que te han dado seguridad, porque deseo revelarme como el todo suficiente, tu torre fuerte, crecerás en tu caminar de fe y aprenderás que es mejor confiar en mí, que en los hombres. Hoy es el tiempo de poner los ojos en las cosas de arriba, no temas, Yo estoy contigo, yo te ayudaré, te daré fuerzas para que avances en este camino que no conoces aún, pero hará de ti un hombre ó mujer que vive diariamente en completa y absoluta dependencia mía.

“En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo”. Isaías 6:1

10. Tiempo del lugar secreto, del silencio para escuchar mi voz
Te estoy llamando a un tiempo de recibir instrucción, voy hablarte claramente, ven al lugar secreto, al lugar de la quietud donde hablaré a tu corazón, te mostraré el camino por el que debes andar, te guiaré a tomar decisiones; hoy entras a un período donde tus oídos serán abiertos para escuchar mi voz, mi dulce voz. Deja que mi presencia te envuelva, di: ¡HABLA SEÑOR QUE TU SIERVO OYE!

“Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón...” Oseas 2:14

11. Tiempo para llenar tu insuficiencia
Has estado experimentando que hay algo que hace falta, que aun no logras todo, que quizás todo esté bien pero que hay algo que todavía necesitas completar; Yo soy, dice el señor, el que todo lo llena, el que todo lo completa, el que llego justo a tiempo, para satisfacer cada una de tus necesidades. Pero también, quiero anunciarte que en estos próximos días voy a poner un fuerte sentir en tu vida que lo que hasta ahora has estado haciendo no es suficiente, has estado viviendo al límite de las cosas, yo haré que sobrepases esos límites, que cada vez tu insuficiencia sea llenada por la búsqueda desesperada de mi presencia.

“… mi Dios pues suplirá todo lo que os falta, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Filipenses 4:19

12. Tiempo de pago para los desocupados, los no contratados, los postreros.
Ciertamente estas entrando en un nuevo tiempo, en donde algo está cambiando, porque has pasado una fase en donde literalmente te has sentido desocupado, como sin hacer nada de lo que yo te he llamado a hacer, sientes que han pasado los días, y los meses, quizás hasta los años y no ves que avanzas es pos de tu llamado, en pos del propósito que yo te he entregado; sientes que todavía no has sido contratado para la tarea que yo te llamé, pero tengo buenas noticias para ti, llego el tiempo de tu contratación, y aunque otros ya hayan comenzado con la tarea, ahora llegó tu turno; tu undécima hora llegó; además llegó tu salario, aunque seas de los postreros, recibirás pago como de los primeros. Dice el señor:

“Diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos". Mateo 20:12-16

DECRETOS APOSTÓLICOS:
1.
Decretamos que el tiempo no es nuestro enemigo, porque Jehová el poderoso en batalla es el que trae recuperación sobre todo lo que perdimos por lo tanto, este es un tiempo para recobrar todo lo perdido, no estamos limitados por el cronos, sino que estamos caminando en el kairos, en el tiempo divino que nos hace alcanzar nuestro destino profético.

2. Decretamos que estamos en un tiempo de decisiones radicales, de cambios que producen rompimiento, este es el tiempo de quemar las barcas pues no vamos a volver atrás, estamos transicionando.

3. Decretamos un tiempo divino de nueva creación, un tiempo de decretos que desatan rompimientos; este mes será de gracia ilimitada, sabiduría ilimitada, negocios y finanzas ilimitadas y revelación ilimitada.
4. Decretamos prisión para el ladrón, para el que quiere matar, robar y destruir; toda intención de robo que haya sido lanzada en contra del pueblo de Dios, es desactivada.

5. Decretamos que la vara de Dios ha sido desatada para golpear al espíritu del perro que se levanta en murmuración, burla, chismes y calumnias en contra de los hijos de Dios. Por lo tanto en este mes este espíritu se viste de vergüenza y derrota.

BENDICIÓN:
Hermanas y hermanos amados, estamos en el mes de noviembre, mes en el cual experimentaremos grandes y poderosas cosas de parte del Señor. Este es un mes donde la bendición y protección del Señor serán tan grandes, que veremos a nuestros enemigos caer derrotados delante de nuestros ojos.

“Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la protección Dios todopoderoso. Él es nuestro refugio, el Dios que nos da fuerzas, ¡el Dios en quien confiamos! Sólo él puede librarnos los peligros ocultos y de enfermedades mortales; sólo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues nunca deja de cuidarnos. de día ni de noche tendremos que preocuparnos estar en peligro de muerte. Ni en las sombras de la noche, ni a plena luz del día, nos caerá desgracia alguna. Tal vez a nuestra izquierda caer miles de muertos; tal vez a nuestra derecha veamos caer diez mil más, pero a nosotros nada nos pasará. Con nuestros propios ojos veremos cómo los malvados reciben su merecido. El Dios altísimo es nuestro refugio y protección. Por eso ningún desastre vendrá sobre nuestros hogares. Dios mismo les dirá a sus ángeles que nos cuiden por todas partes. Los ángeles nos llevarán en brazos que no tropecemos con nada; andaremos entre leones y serpientes, ¡y los aplastaremos! Dios dice: "Mi pueblo me ama y me conoce; eso yo lo pondré a salvo. Cuando me llame, le responderé estaré con él en su angustia; lo libraré y lo llenaré de honores, le daré muchos años de vida, y lo haré gozar de mi salvación". Salmos 91 (Traducción en lenguaje actual)

PALABRA PROFÉTICA A LAS NACIONES:
Inglaterra:
Nuevamente quiero anunciarte tiempos de visitación de mi Espíritu mi amada Inglaterra. Quiero anunciarte que estoy despertando el espíritu de los nuevos reformadores que traerán transformación sobre tu tierra. Porque por mucho tiempo el frío y la maldad te adormecieron, pero estoy levantando una nueva generación de conquistadores, de reformadores que al igual que los grandes hombre y mujeres que marcaron tu historia de avivamientos, en este tiempo se están levantando con la fuerza de mi Espíritu para llenarte de Mi Palabra y cubrirte con el mensaje de transformación que he puesto en sus corazones. Estoy limpiando tus nuevas generaciones del espíritu de rebeldía y de liviandad que caracterizó a la anterior generación, declara el Señor.

Cuba:
Prepárate mí amada perla del Caribe, porque traigo muchas sacudidas en tu tierra, voy a mover el mundo espiritual, voy a sacudirlo, aunque parece inconmovible; Yo responderé al clamor de mis hijos que han levantado su voz, pidiendo misericordia para ti, pidiendo salvación de tu cautividad. Yo levanto canción dentro de ti, levanto espíritu de muerte y lo sacudo de tu territorio. Yo traigo un tiempo primaveral, una primavera del Espíritu Santo se hará sentir sobre ti y sobre tu gente. Yo traigo grandes cambios en lo espiritual que se manifestarán en lo natural. La brujería, hechicería y toda opresión demoníaca será desarraigada, por el contrario establezco Mi Santa Presencia en medio de ti, de tal manera que serán visibles mis manifestaciones de poder y de amor, declara el Señor.

Australia:
Hay un llamado sobre ti, es un llamado que fue establecido desde la eternidad. Eres una nación llamada a ser un modelo para las naciones de la tierra. Serás declarada tierra de avivamiento, tierra donde el fuego del Espíritu descenderá sobre toda carne y tus hijos profetizarán, tus ancianos soñarán sueños y tus jóvenes verán visiones. Derramaré lluvia del Espíritu sobre tu tierra seca y árida. Te levantaré como una madre en medio de la tierra, porque serás de bendición para muchas naciones. Estableceré dentro de ti a muchos hombre y mujeres que pastorearán las naciones, que profetizarán a las naciones, que evangelizarán y enseñarán Mi Palabra a las naciones, porque serás fuente de misioneros que irán a todos los rincones de la tierra, declara el Señor.

Presbiterio apostólico-profético de Ministerios Elías
El Salvador, Centroamérica, Noviembre de 2010
Tomado de: www.ministerioselias.org
¡Les Bendigo!

martes, 2 de noviembre de 2010

¿QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DE LA ADOPCIÓN?

La adopción puede ser una amorosa alternativa para padres biológicos, quienes puedan tener una variedad de razones para estar impedidos para cuidar a sus hijos. También puede ser una respuesta a la oración de muchas parejas que no han podido concebir sus propios hijos. La adopción se muestra como algo favorable a través de la Escritura, como una forma en la que Dios usa a la gente para hacer Su voluntad y traerle gloria a Él.
En Éxodo se relata la historia acerca de una mujer hebrea llamada Jacobed, quien dio a luz un hijo durante el tiempo en el que Faraón (el rey) había ordenado que todos los niños varones que nacieran, fueran muertos a fin de controlar la población (Éxodo 1:15-22). Jacobed tomó un canasto, lo impermeabilizó con asfalto y brea, colocando en él a su bebé y lo dejó en río. Una de las hijas de Faraón, vio el canasto y recuperó al niño. Eventualmente fue adoptado dentro de la familia real y se le puso por nombre Moisés. Él creció y llegó a ser un fiel y bendecido siervo de Dios (Éxodo 2:1-10).

En el libro de Ester, una hermosa muchacha llamada Ester, quien probablemente fue adoptada por su primo después de la muerte de sus padres, llegó a ser reina y Dios la usó para llevar la libertad al pueblo judío. En el Nuevo Testamento, el Único y unigénito hijo de Dios, Jesucristo, fue concebido por medio del Espíritu Santo, en vez de haber sido a través de la simiente de un hombre (Mateo 1:18). Él fue adoptado y criado por el esposo de Su madre, José, quien adoptó a Jesús como su propio hijo.

Una vez que entregamos nuestros corazones a Cristo, creyendo y confiando solamente en Él para salvación, Dios dice que nos convertimos en parte de Su familia – no a través de un proceso natural de concepción humana, sino a través de la adopción – “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!" (Romanos 8:15). El integrar a una persona dentro de una familia, por medio de la adopción, es algo hecho por elección y procedente del amor. “…en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos Suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de Su voluntad”. (Efesios 1:5).
Claramente la adopción – tanto en el sentido físico como en el sentido espiritual – es mostrado como algo favorable a la luz de la Escritura. Tanto los que adoptan como los que son adoptados pueden recibir abundante gozo y bendiciones.

Tomado de: http://devocionalescristianos.org

¡Les Bendigo!

lunes, 1 de noviembre de 2010

LOS NICOLAÍTAS

EL NICOLAITISMO
¿Quienes eran los nicolaitas?

“Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco”. Apocalipsis 2:6;15

Al leer estos pasajes del Apocalipsis, la pregunta que surge es: ¿Cuál es la obra de los nicolaítas que tanto aborrece Dios?

Hay algunos tratados que intentan sugerir que los nicolaítas eran una secta que estaba invadiendo a las iglesias cristianas con costumbres antinomianas y que profesaban el libertinaje. No obstante, muchos tratados históricos y responsables que han abordado este tema, descartan tal aseveración.

Para entender la obra de los nicolaítas, es necesario en primer lugar definir el origen de la palabra.

Nicolaíta proviene del griego NICO que significa dominio o conquista sobre otros y LAOS que significa pueblo, gente común, seglar o laico. De ahí podemos analizar la composición NICOLAOS que viene a ser algo así como DOMINIO SOBRE EL PUEBLO.

En segundo lugar, es importante considerar el mensaje a las siete iglesia de Asia menor detallado en Apocalipsis capítulos 2 y 3.

Históricamente se ha interpretado que el mensaje a las siete iglesias, denota el estado espiritual que ha vivido la iglesia a través de la historia, desde los apóstoles hasta la venida del Señor.
La mención de los nicolaítas, Dios la hace en dos iglesias, Éfeso y Pérgamo. En el caso de Éfeso, es un reconocimiento al rechazo de la obra de los nicolaítas, pero en Pérgamo es una dura reprensión a acoger la doctrina de los nicolaítas. Esto nos permite inferir que en esa iglesia, se había consolidado aquella corriente de pensamiento.

¿Cuál es la obra o doctrina de los nicolaítas?
La carta a Éfeso representa el inicio de la iglesia desde el día de Pentecostés, mientras que la carta a Pérgamo nos muestra la decadencia espiritual de la iglesia. Éfeso significa “Deseada”, pero Pérgamo significa “Casamiento”.

La deseada iglesia de Cristo había decaído hasta llegar al punto de olvidar su compromiso con su Señor y definitivamente “contraer matrimonio” con otro. La pregunta que brota inevitablemente es ¿Con quien se casó la iglesia de Pérgamo?.

Para responder esta pregunta, es imprescindible considerar lo que El Señor le dice a esta iglesia: “Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás”. (Apoc. 2:13)

La Biblia es sumamente clara en precisarnos que el trono de satanás no esta en el cielo ni en el infierno, sino que en el mundo. El Señor Jesucristo lo dijo con plena claridad: “No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí”. Juan 14:30.

Considerando esto, ya podemos saber con quien se casó la iglesia de Pérgamo. Ella no considera que debe estar alejada del mundo y a salir de él. Ella mora en el mundo y mora donde esta el trono del mismo diablo.
Pérgamo tipifica al compromiso que la iglesia asumió con el estado y con el mundo. Las convicciones se habían echado por tierra a fin de agradar al mundo por sobre los mandatos del Señor.

Muchos ubican el período de esta iglesia aproximadamente por el año 320 dC en pleno gobierno de Constantino, quien por primera vez institucionaliza el concepto de césaro - papismo, osea la presencia de un líder político y religioso, que en la actualidad se conoce como papa.

La obra y doctrina de los nicolaítas, consistió en jerarquizar a la iglesia, destruyendo el armazón horizontal, para levantar uno piramidal. Esa es la obra y doctrina que tanto aborrece El Señor.
Así nace el clero (Nico) y el laicado (Laos). Una casta clerical con privilegios especiales, fuerte vínculo con el césar y un evidente dominio sobre el resto del pueblo (laicos).

Los nicolaítas comenzaron a dividir al pueblo de Dios en dos grupos. Los Clérigos que eran personas “apartadas”, doctas, espirituales y con privilegios, y los laicos que correspondían al resto del pueblo.

Desde aquel tiempo comienza esa estructura piramidal dentro de la iglesia, aún no teniendo asidero en las santas escrituras. La sencillez de la iglesia, se vio paulatinamente reemplazada por una institución organizada con jerarquías y con moldes seculares y paganos extraídos del romanismo. En otras palabras, era el nacimiento de la iglesia de Roma.

La jerarquía y la Biblia
Desde siempre la organización del hombre ha buscado una estructura piramidal. Recordemos la experiencia de la torre de babel (Génesis 11) o el de la misma solicitud del pueblo en el tiempo de Samuel, cuando se revela un desprecio por la teocracia y un anhelo por la monarquía según el molde mundano.
La Jerarquía es un mal enquistado en el corazón del hombre. Es un molde conforme a la naturaleza pecaminosa. Así lo revela la necia solicitud de la madre de los hijos de Zebedeo (Mateo 20:20-28) ante lo cual nuestro Señor Jesucristo responde:

“Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo”. Mateo 20:25-27
Tal como lo declara nuestro Señor Jesucristo en el pasaje citado, la jerarquía produce un enseñoramiento y El no quiere eso de su pueblo. Las jerarquías son propias del hombre caído y no de la voluntad de Dios.
A Dios jamás le han agradado las jerarquías, de ahí que su sentir frente a la doctrina de los nicolaítas es considerada como aborrecible. La revelación de la escritura nos muestra que el anhelo de Dios es estar en medio y no sobre su pueblo. Ciertamente el pecado lo arruinó todo; cuando Adán y Eva desobedecieron, se creó una gran brecha que mas tarde vino a eliminar nuestro amado Salvador y Señor Jesucristo.

Cuando observamos la casta sacerdotal en el antiguo pacto, parecería que Dios hubiera instituido una jerarquía eclesiástica. El sumo sacerdote era superior al sacerdote. Uno puede entrar al lugar santísimo, pero el otro solo hasta el altar del incienso. No obstante, debemos considerar que el sacerdocio nunca fue la imagen misma de las cosas conforme al pleno agrado de Dios, sino que sombras, emblemas y símbolos de lo que había de venir.
Cristo terminó con eso, rasgando el velo del templo y abriendo el lugar santísimo para darle acceso directo a Dios, a cualquier pecador que transita por medio del sacrificio de la cruz del Gólgota.

En el nuevo testamento, la instrucción de los ministerios y dones del Espíritu Santo expresados en las cartas de Pablo a los Romanos, Corintios o Efesios, y lo dicho por el apóstol Pedro en su primera epístola, de ninguna manera enseñan la jerarquía en la iglesia, por el contrario, se enfatiza la igualdad de importancia en cada uno de los miembros de la asamblea. Es decir, se deja en claro que tanto el obispo como el que sirve a las mesas, tienen la misma importancia, y nos son parte de un escalafón jerárquico como lo vemos en la actualidad.

Nuestro Señor Jesucristo lo enseñó con tanta precisión, veamos:
“...aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo”. Mateo 23:6-11

El texto es suficientemente decidor. Dios no desea las jerarquías entre los hermanos. Los fariseos eran una casta que se arrogaba el privilegio de servir a Dios y de sentirse mejores o mas importantes que los demás. Cristo condenó abiertamente aquella postura hipócrita y que no dista tanto de lo que pasa en la actualidad en la iglesia evangélica. Parece que pasajes tan categóricos como el citado, se han extinguido de los púlpitos así como por encanto.

Hoy, el término “ministro” es como un grado jerárquico, y la feligresía actúa frente a los tales como si fueran algo así como seres angélicos. Esto es el legado del nicolaítismo. El clero por sobre los laicos.

El apóstol Pedro, tan manipulado por la iglesia de Roma, jamás actuó como los “ministros” de la actualidad, menos como el papa del Vaticano. Recordemos como corrigió aquella recepción dada en la casa de Cornelio:

“Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre”. Hechos 10:25-26
La actitud de Cornelio, es propia al de todo ser humano que no tiene conocimiento de Dios. Es la clásica actitud religiosa que pretende hacer “dioses” de los hombres. Desde tiempos remotos, el hombre ha elevado a los altares a individuos que han demostrado rasgos de piedad y de espiritualidad, y no me refiero exclusivamente a la iglesia de Roma, sino que a antiguas religiones y culturas paganas como el budismo, el zoroastrismo, el Islam, etc. etc. Lo triste e increíble, es ver que la iglesia evangélica también muestras aristas muy similares a esta costumbre humana y que Dios aborrece.

La jerarquía dentro de la iglesia evangélica
Muchos de los “ministros” de la iglesia actual no conforme con la herencia del nicolaítismo al dividir la membresía entre clero y laicos, han subdividido los ministerios en rangos jerárquicos.
Por ejemplo, ahora el obispo es superior al pastor. Esto, no solamente es un insulto a la enseñanza bíblica, sino que un atentado al intelecto. En la Biblia, los términos anciano, pastor u obispo indican absolutamente el mismo oficio, y nunca expresan un rango jerárquico. Es una presunción anti bíblica enseñar que entre los ministerios existe un escalafón jerárquico. Esto revela la búsqueda de algunas personas vanidosas que desean estar sobre los demás. Es muy frecuente encontrar a conocidos pastores, y que ahora se proclaman obispos, como si aquello los elevara de rango.

Veamos los que enseña Pedro al respecto:
“Ruego a los ancianos que están entre vosotros... Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros”. 1Pedro 5:1-2
Las palabras de Pedro son exageradamente claras. Los ancianos u obispos (es exactamente lo mismo) no están sobre la grey como lo reclama el nicolaítismo, sino que “ENTRE” ellos. La función del pastor no es establecer una dictadura hegemónica e infalible, sino que servir entre los hermanos. Si aún no es suficiente este argumento, sigamos leyendo a Pedro:

“no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”. 1Pedro 5:3
La palabra señorío ya había sido advertida por el Señor Jesucristo en Mateo 20:25-27, y es una característica propia del mundo y no de la que debiera existir entre los hermanos.
Recordemos la instrucción dada por Dios a Moisés respecto a la construcción del altar:
“No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él”. Éxodo 20:26.

La palabra jerarquía denota una estructura escalonada y ascendente, que sitúa a personas u otras cosas en un orden según su importancia. El texto de Éxodo, nos revela que Dios prohíbe al hombre subir por gradas en su altar y elevarse por sobre los demás, porque lo único que quedará al descubierto es su desnudez.
Es eso lo que justamente pasa cuando un individuo se pone por sobre sus semejantes; las deficiencias y bajezas quedan al descubierto. Cuando la lupa es fijada en los hombres, solo podremos observar imperfecciones, pero si la fijamos en la persona de Cristo, solo descubriremos impecable perfección. El nicolaítismo pretende eclipsar al único que debe estar sobre nosotros: a nuestro Señor Jesucristo.
Las gradas son la clásica estructura de los templos evangélicos de la actualidad. Muy semejantes a las capillas y catedrales romanistas, exhiben imponentes altares y ostentosos sitiales (Luis XV) para el clero por sobre la altura de los laicos. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta es simple; es el legado del nicolaítismo dentro de la iglesia.
El clero y sus distintivos especiales
No conforme con la organización dividida entre el clero y los laicos, los seguidores del pensamiento nicolaíta, también incorporaron a sus formas, el uso de atuendos que los distinguían de lo seglar.
Se instituye el uso de sotanas, pectorales y de cuello clerical al mas puro ejemplo de la iglesia de Roma. Ellos dicen que aquellas vestimentas los distingue como “siervos de Cristo”, pero en el fondo no es mas que una cómoda conservación de costumbres religiosas y a veces, una vanidosa satisfacción de sentirse distintos a los demás.

Los fariseos ya tenían esta costumbre de distinguirse de los demás utilizando atuendos extravagantes, y justificaban aquella forma de vestir, interpretando literalmente pasajes de la torá. El Señor Jesucristo habló categóricamente al respecto:

“Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas..”. Mateo 23:5- 6

Recuerdo una inauguración de un templo evangélico cuyos asientos estaban divididos entre el clero y los laicos. Obispos y pastores en los primeros asientos, diáconos y “el resto” en la galería... ¿no es eso justamente lo que El Señor objeta en el texto citado anteriormente?

Un conocido hermano español, dijo una vez: “No existe mas grande título para alguien, que el de hermano”.

No obstante, hoy el título de solo “hermano” no satisface, y los nombres deben ir precedidos por prefijos tales como reverendo, obispo, doctor u otro término que lo diferencie de los laicos.
Lo curioso de todo esto, es que a las mismas membresías o “laicos”, pareciera que les fascinara esta forma de organización, pues de ellos mismos salen expresiones tales como: “mi obispo”, “mi pastor”, “ministro”, etc., etc., y sus comportamientos no distan mucho de lo que ocurre en el mundo católico.

Por favor no mal interpretar
Esta observación que es comprobada y avalada por la historia de la iglesia y también por hombres sencillos y fieles al Señor, no persigue el restar importancia a los ministros ni a los diversos ministerios. Por el contrario, nuestra convicción es que el cuerpo de Cristo que es la iglesia, se compone de miembros con diversas funciones, todas con el mismo valor y todas sometidas entre sí. Nadie es mas importante ni nadie es inferior a otro (1 Corintios 12:1-31).
Los pastores cuidan el rebaño, los maestros enseñan, los evangelistas predican la buena nueva, los diáconos sirven, y todos se someten recíprocamente sin necesidad de que exista una jerarquía nicolaíta.

El llamado es a reivindicar el sentir de la iglesia de Éfeso; aborrecer la obra de los nicolaítas y desaprobar el enseñoramiento de algunos que piensan que porque ejercen tal o cual oficio en las iglesia, son mayores que los demás.
Esta reprobación y advertencia, ya estaba analizada en detalle por el apóstol Juan en su tercera epístola, veamos:

“Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia”. 3 Juan 9-10

Juan acusa categóricamente a este Diótrefes, revelando su altanería y soberbia osadía al pretender ponerse por sobre los demás. La iglesia de Cristo, siempre ha tenido que ver el surgimiento de hombres que luego de un tiempo se ensoberbecen e implantan una hegemonía destructiva y totalmente alejada de la voluntad de Dios. Esa es la repudiable actitud del nicolaítismo que tanto mal ha traído al pueblo de Dios.
A manera de conclusión
Finalmente, es necesario precisar una vez más que todo este breve estudio no tiene el propósito de fomentar el desorden o de restar importancia a los hermanos que nos presiden en nuestras asambleas, eso sería algo inaceptable. El objetivo es informar acerca del origen extra bíblico del sistema nicolaíta y de cultivar en nuestras congregaciones la sencillez de la iglesia primitiva que tanto se ha perdido en la actualidad.

Hoy existen muchos hermanos sinceros que derraman lágrimas por el trato arrogante de aquellos que se auto proclaman “los ungidos” en cuyas corporaciones existen estas jerarquías eclesiásticas tan aborrecidas por El Señor según lo ya tratado en este estudio.

El deber del creyente que desea agradar a Cristo, es obedecer a los hermanos que nos presiden, a los pastores y líderes, pero aquello no tiene ninguna relación con defender la existencia de jerarquías dentro de la iglesia, aceptando castas clericales y grupo laicos en la membresía.

Que Dios nos ayude a cultivar en nuestras congregaciones aquel sentir que hubo también en Cristo Jesús, es decir, considerar al otro, como superior a uno mismo (Filipenses 2: 3) y no teniendo mas alto concepto de sí, que el que debemos tener (Romanos 12:3).

Que la gracia de nuestro amado Señor y Salvador Jesucristo sea con todos, Amén.

Pablo J. Espinoza L.
Marzo 2007
Espero este estudio sea de bendición para Ustedes.


EL MILAGRO DE LA ADOPCION

“No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días".
Esta es una hermosa promesa del Señor, que encontramos en Exodo 23:26; estas palabras que Jehová dio a Moisés, se siguen cumpliendo hasta nuestros días. Dios es uno y su pueblo el mismo a través de los milenios.

En la congregación a la que pertenezco, los pastores tuvieron que pedirles a las parejas de novios que por favor acomoden las fechas de los casamientos, de acuerdo con el calendario de actividades de la iglesia. (Ya que a veces se superponían de una a dos bodas en el término de un mes), y no alcanzaban las fechas para desarrollar todas las actividades del año.
Y después de la boda, la preciada noticia, la joven esposa está embarazada, y al poco tiempo otro bebé, al paso de unos poquitos años otro; y así en medio de la congregación, también de esta manera, se va completando el número de los redimidos. Recordando la promesa del Señor a su siervo Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.

Mientras la sociedad se precipita irremediablemente hacia la destrucción de la familia, en medio de su pueblo Dios sigue "sacando de la miseria al pobre, y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas" (Salmos 107:41).

Hasta aquí a lo expuesto parecería quedarle muy bien un punto final. Pero el caso es que para no todas las familias es tan sencillo fructificar y multiplicarse. Aunque sí para todas son las promesas del Señor.

En medio de su pueblo, Dios tiene algunos matrimonios, con un propósito diferente al de concebir hijos propios; y este es el de adoptar en el seno de esa pequeña familia y por consiguiente en medio de la congregación, niños ya concebidos por otros.
Estos casos no son muchos, pero merecen una especial atención. Sólo los matrimonios imposibilitados de tener hijos saben lo que se sufre y cuantos temores y dudas se presentan ante una adopción.

Es curioso observar que en los matrimonios de la iglesia, aún más que en las parejas de afuera, existe un rechazo a pensar en adoptar niños, y por consecuencia llevarlo a cabo.

Puede ser que existan familias que no pueden tener hijos, y a los que Dios les haya hablado específicamente sobre quedarse así, esto no es común, pero si existe una palabra del Señor está bien.

Conozco preciosos matrimonios que no pudieron tener niños, pero tuvieron el privilegio de trabajar entre ellos, haciendo obras maravillosas, como también otros albergaron varios años en sus hogares, adolescentes y jóvenes con gravísimos problemas, ayudándoles así a encaminar sus vidas y remontar vuelo solitos en los caminos del Señor.
Volviendo a aquellas familias cerradas a la idea de adoptar, he observado diferentes casos. Están los matrimonios que aceptan la situación y se conforman con un eterno nidito de amor, sin pichones que rompan los esquemas y los planes ya estipulados. Después de todo, no tener niños es triste, pero si nos acostumbramos tiene sus ventajas, y de esta manera dejan pasar oportunidades de adopción.
Otros se cierran pensando que el Señor, tiene que darles ese hijo propio y claman a El con desesperación, recordándole sus promesas, dejando así pasar valiosísimos años y olvidando otras promesas como que: "Dios hace habitar en familia a los desamparados..." (Salmos 68:6).

"El hace habitar en familia a la estéril, que se goza en ser madre de hijos. Aleluya". (Salmos 113:9).

Algunas parejas tienen muchos prejuicios, y creen que no pueden formar parte de sus vidas alguien que no saben que herencia, vicios o enfermedades puede arrastrar. Por lo tanto tienen siempre el corazón cerrado a una adopción.

Hay quienes confían en la ciencia y tratan de averiguar el motivo de la esterilidad e intentando la concepción, pasan por innumerables, dolorosos, costosos y decepcionantes estudios e intervenciones. Haciendo que sus ilusiones se debiliten, y sumando así más frustraciones a sus corazones.

Cuando nos casamos pasamos a ser una sola carne; no importa de quien de los dos sea el problema de esterilidad, la pareja es estéril, pues somos uno.

Seguramente son más los motivos por los que un matrimonio de creyentes no piensa en adoptar un niño. Pero estos son los casos que se evidencian con mayor frecuencia.

Todas estas situaciones, la comodidad y el egoísmo, el clamar por años a Dios, los prejuicios y temores, el confiar en la ciencia el ansiado embarazo; es un poco en alguna medida lo que nos pasa a todos los que no podemos tener hijos propios.
Mi esposo y yo, no tuvimos hijos por 16 años, y también clamamos largo tiempo por ese embarazo y consultamos muchos médicos. Pero en ese tiempo Dios nos reveló dos cosas muy valiosas; la primera fue que mientras gastábamos nuestras energías procurando lo que El no nos daba, nos perdíamos de servir a Dios con todas nuestras fuerzas y todo nuestro corazón. Lo siguiente lo digo por mí solamente, muchas veces estaba en los cultos, delante de la presencia de Dios, y en lugar de alabarle y adorarle como El merecía; después de todo es con el único propósito para lo que fui creada; aprovechaba su presencia para seguirle recordando que yo no tenía un hijo. Evidentemente, no había entendido quien era mi Señor.
La segunda cosa, produjo en nosotros un gran quebranto, comenzó a ser una carga para nuestros corazones la cantidad de niñitos que existen, maltratados, desechados, aún muertos por quienes los tienen y no los quieren. Y aquí otra vez lo digo por mi, a pesar de todo seguía cerrada esperando poder concebir y dar a luz mi propio hijo.

Jesús dijo: "Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños." (Mateo 18:14).

Parafraseando la parábola de la oveja perdida; no habrá mayor regocijo en el cielo por ese pequeñito recogido en el seno de una familia cristiana, salvado del descarrío y del sufrimiento de un vivir sin Dios. Que por los noventa y nueve que nacieron en medio de la congregación y que jamás se van a descarriar. Sin olvidar que también dijo Jesús: "Y cualquiera que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe." (Mateo 18:5).
Matrimonios queridos, si están pasando una situación de esterilidad, que sea sólo del vientre, no permitan que sus corazones se vuelvan estériles. Son muchos los niños que sufren y necesitan de un hogar cristiano, hay muchos que aún tienen que unirse a las filas del Señor, y seguramente tu matrimonio puede ser un medio.

"Regocíjate, oh estéril, tu que no das a luz; prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto..." (Gálatas 4:27).
El que estén abiertos y expectante por adoptar un niño, no significa que algún día no tengan los suyos propios.

Todos alguna vez escuchamos de algún matrimonio que al no poder tener hijos, adoptó un niño, y después tuvo los suyos propios; la gente suele decir: viste era sicológico. Yo prefiero creer que Dios recogió a un pequeñito más de las calles, y después quitó la esterilidad de esa pareja.
No permitan que el temor o los prejuicios te impidan vivir la maravillosa experiencia del milagro de la adopción.

A los 16 años de casados recibimos por adopción nuestro bebé, fue lo más grandioso que nos podría haber ocurrido, no fue diferente a un hijo del vientre, eso sí este no me produjo dolores de parto, porque nació del corazón. El más hermoso hijo que el Señor haya podido regalarnos, yo siempre digo, se tomó su tiempo, pero valió la pena.
Hoy es un niño maravilloso que ama a Dios, y que está agradecido por vivir en medio de una familia sencilla, pero del Señor, la mayor herencia que alguien puede recibir.
Antes de nuestro hijo intentamos otras adopciones y después de él también, las que por diferentes motivos que sería muy largo detallar, no se llegaron a efectuar, pero siempre tuvimos paz porque reconocemos a Dios como soberano de nuestras vidas.

Nuestros corazones siguen abiertos para recibir más niños. Pero lo importante es que el Señor sabe que estamos dispuestos a criar los hijos que el quiera para su gloria.
Un tiempo antes de que el Señor nos de nuestro bebé, entré a un negocio y la señora que salió para atenderme, era alguien que yo había conocido hacía varios años, cuando ella era todavía soltera. Nos alegramos al vernos, y después de contarnos algunas cosas, por supuesto salió el tema de los hijos, yo le expresé que todavía Dios no me había dado ninguno. Ella con gran entusiasmo, me dijo: -¿porqué no adoptás?, nosotros lo hicimos y estamos refelices, - corrió hacia la trastienda del negocio y volvió con una silla de ruedas, y en ella una niña de aproximadamente cinco años, al momento vino su esposo y ambos resplandecían de alegría, manifestándome lo agradecidos que estaban a Dios (ambos católicos) por la hija que les había dado. No recuerdo el nombre de la enfermedad, pero la silla en que estaba postrada, sostenía su tronco y su cabecita, para mantenerla incorporada, no hablaba, por supuesto usaba pañales y había que darle de comer en la boca, porque tampoco manejaba sus manos. Yo me quedé atónita, no pude felicitarlos por su niñita, porque sentí que hubiese sonado falso. Pero la madre como adivinando mi sentir... me dijo: - Estamos agradecidos a Dios, porque te imaginas lo que hubiera sido de ella, si no la adoptábamos.

Me volví a mi casa caminando, con un nudo en la garganta, un poco por la emoción de haber conocido el amor tan grande de esos padres, pero más por vergüenza delante de Dios, porque sentía su dedo golpeando mi hombro y su voz en el corazón diciéndome y vos, que estás haciendo.

Siempre nuestra esperanza debe estar en el Creador de todas las cosas, y El va a ser quién abra las puertas para recibir hijos del corazón, como abre la matriz para que se produzca la concepción.

No pidas hijos para deleite propio, sino para formar hombres y mujeres que glorifiquen a Dios con sus vidas.

Tal vez recibas un hijo o muchos, lo importante es que los cobijes en la familia sin egoísmos. No busques diferentes opiniones, porque van a desalentarte, busca a Dios con todas tus fuerzas y apóyate en el consejo de los pastores que están velando por ti.

Cuando ores al Señor, recuérdale que guarde y bendiga al hijo que te va a dar, que seguramente está creciendo en otro vientre, cobíjalo en tu corazón aunque todavía no lo conozcas.
Nuestro hijo es muy conversador, y hace un par de meses, se me acercó mientras cocinaba, y me dijo: - Mamá, ¿qué bueno fue Dios con nosotros, no?... - Le pregunté por qué me lo decía, y me respondió: - Porque El hizo que ustedes y yo nos encontremos, para formar una familia. - Y seguidamente agregó, - Y que buena la mujer que me tuvo en la panza, porque ella podría haberme tirado, pero en cambio buscó una familia que me ame.
Este es un ejemplo de las tantísimas satisfacciones, que un hijo del corazón te puede dar. Aunque tengas hijos propios, también el Señor puede poner en tu corazón el deseo de adoptar un niño, si el matrimonio está seguro que este sentimiento viene de Dios, no dejen de intentarlo; seguramente alguien está esperándote ya, o esté por ser concebido, para formar parte del Reino de Dios. Si ustedes no lo hacen, otros van a disfrutar de ese privilegio, pero con seguridad ese niño no se va a escurrir de la mano de Dios.

Llama la atención el hecho de que se ofrezca resistencia por parte de los creyentes, en ser padres adoptivos, cuando cada uno de nosotros por los méritos expiatorios de Cristo Jesús, pasamos a formar parte de la familia celestial, como hijos adoptivos.
Por el inmenso amor de Dios hemos sido adoptados por quien Jesús nos enseñó a llamar Padre Nuestro. Por la fe en Cristo, somos hijos adoptivos de Dios, esto no es sólo un título que el Señor nos da, sino que somos partícipes de su propia naturaleza y herederos de su Gloria.
Queridos hermanos, ésta en absoluto pretende ser una palabra de condenación, muy por el contrario, si vivís en el Espíritu, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Pero sí es una palabra de aliento, no sea que estés llamado a un trabajo tan alto y delicado, como es criar un niño en el camino de Dios, y te lo pierdas por temores infundados que te alejan de bendecir y ser bendecido.

Elaborado por: Raquel Milano

Tomado de: www.riosdevida.com
¡Les Bendigo!

¡Haz LLover!


Jesús... seguiré Tus Pasos..


Jesús.. ¡Rey de Gloria!