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sábado, 31 de enero de 2009



INSTRUYE AL NIÑO

“Instruye al niño en su camino. Y aun cuando fuere viejo no se apartara de el”. Proverbios 22:6

Indudablemente este es uno de los versos mas citados de los Proverbios de Israel, pero existen tres asuntos en la interpretación de este versículo sobre los que continúan los debates: (1) El significado del verbo “instruir”, (2) La intención de la frase “en su camino”, y (3) El significado de “el no se apartara” en la segunda mitad del versículo.

Primero, la palabra para “instruir” (heb. Hanak) es un término relacionado con la festividad familiar llamada “Hanukkah”, nombre que proviene de la palabra hebrea para “dedicación”. El hanak tiene un uso muy especial: la dedicación de un niño al Señor o al camino de Dios en su vida. Incluye la estimulación de respuestas apropiadas (quizás incluso el crear un gusto por algo) y la guía (inicial) en los caminos correctos. Esta es la principal tarea paternal: recibir a los niños como un don del Señor y entonces guiarlos durante sus vidas por los caminos de Jehová. De esta manera, el versículo presenta el principio educativo, dado también por Pablo en 1 Corintios 3:1-3. (He. 5:12).

Segundo, con relación a la frase “su camino” varios expertos afirman que la Biblia se refiere al camino natural del niño, a sus talentos e intereses. Según estos expertos esta frase se parafrasea como “permítale seguir su inclinación natural”.

Este puede ser un gran consejo paternal bajo un punto de vista común, pero no existe ninguna explicación convincente. En los proverbios la frase “su camino” se refiere a la moralidad correcta a los ojos de Jehová (Pr. 15:10). Sin una definición extensa, uno se inclina a decir que la frase “su camino” se refiere a la inclinación natural del niño. Sin embargo, el camino de Proverbios es el camino de Dios. Por esto es muy probable que el camino encomendado al niño sea el camino de Dios y de su Palabra.

Otras personas sugieren que el camino del niño es su inclinación natural a la depravación. Nosotros podríamos parafrasear: Permita al niño crecer según su propio camino, y cuando sea viejo, se confirmara en la perversidad. Según esta lectura, el versículo es bastante negativo. Este punto de vista hace justicia a “su camino”, pero no presta la debida atención al verbo hanak.

Tercero, y muy importante, se cuestiona la fuerza del verbo “no se apartara”. Muchas personas se acercan a los Proverbios sin ningún sentido real del género de literatura que leen. Han dado a este versículo un sentido absoluto, y lo presentan como una especie de promesa de la boca de Dios. La idea se parafrasea así: Cuando los padres han realizado bien su tarea, hay una promesa obligada de Dios de reservar a los hijos de ese padre para la eternidad.

El problema es que no existe tal garantía en las Escrituras, en este versículo ni en otro. Estos versículos son principios, no promesas. El padre piadoso no tiene garantía de parte de Dios a favor de sus hijos fieles. Cada generación es responsable de su relación con Dios. De forma breve: este versículo es un proverbio; no una promesa. El verbo de este proverbio es imperfecto (en el tiempo presente). La forma verbal significa que uno puede observar el proceso repetidas veces y estar consciente de ello.

Entonces el objetivo de Proverbio 22:6 es presentar la tarea paternal en un equilibrio divino. Los padres hacen su parte y Dios hace la suya. No hay magia; no hay garantía. Pero por lo menos hay un sentido de participación, entusiasmo y realización.

¡Les Bendigo!




"Tu guardaras en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado". Isaias 26:3
"Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto. Porque he aquí que rugen tus enemigos, Y los que te aborrecen alzan cabeza. Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y ha entrado en consejo contra tus protegidos". Salmo 83:1-3

viernes, 30 de enero de 2009



LA FE

¿No es una señal de fe deficiente cuando un cristiano enfermo no se sana o cuando un cristiano no es librado del peligro?

Sería un error grave implicar que en todos los casos, cuando una persona no recibe sanidad o liberación es porque tiene una fe deficiente.

Es cierto que las Escrituras hablan de personas que fueron sanadas o libradas del peligro gracias a su fe. Algunos ejemplos son Gedeón (Jueces 7:15-23); Naamán el sirio (2 Reyes 5:14-15); Sadrac, Mesac y Abed-nego (Daniel 3:19-29); el siervo del centurión (Mateo 8:13); la mujer con el flujo de sangre (Mateo 9:20-22); el hombre de la mano seca (Mateo 12:9-13); y la liberación de Pedro de la prisión (Hechos 12:5-12). Hasta esta lista parcial es impresionante.

Obviamente, la fe en Dios puede dar como resultado sanidad y liberación. Sin embargo, las Escrituras también nos muestran con la misma claridad que hay veces cuando el sufrimiento o la enfermedad de un creyente no tienen nada que ver con falta de fe.

Cuando Job perdió su familia, riqueza y salud física, sus amigos lo "consolaron" con el mensaje de que su pérdida y sufrimiento se debían a su propio fracaso moral (su falta de fe). Pero Job tenía confianza en su integridad delante de Dios. El mismo Dios lo había declarado intachable y recto (Job 1:8). Posteriormente, el mismo Dios negó la explicación que los "consejeros" de Job dieron de su sufrimiento (Job 13:1-15). Y lo que es más importante, Dios condenó las palabras de ellos (Job 42:7-8).

El problema no era la fe de Job. De hecho, la fe de Job en Dios era tan firme que, sin maldecir ni ser irrespetuoso, defendió su integridad ante Dios y lo cuestionó acerca de la injusticia de su sufrimiento. Sin embargo, en medio de su agonía, siguió confiando:

“Aunque Él me mate, en Él esperaré; pero defenderé mis caminos delante de Él. Él también será mi salvación, porque un impío no comparece en su presencia”. (Job 13:15-16).

“Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. Y después de deshecha mi piel, aun en mi carne veré a Dios; al cual yo mismo contemplaré, y a quien mis ojos verán y no los de otro. ¡Desfallece mi corazón dentro de mí!”. (Job 19:25-27).

La fe de Job fue recompensada y vindicada a la larga. Pero él no fue librado del terrible sufrimiento que permitió que su fe fuera probada. Incluso en tiempos en que los milagros ocurrían con frecuencia, Dios permitió que apedrearan a Esteban (Hechos 7:59-60) y que decapitaran a Santiago. Aunque Hechos 12 nos habla de la liberación sobrenatural de Pedro de la cárcel, Jesús ya había profetizado que a la larga moriría como mártir (Juan 21:17-19), igual que (según la tradición) murieron todos los demás discípulos excepto Juan.

En 2 Corintios 11:23-30, Pablo describió elocuentemente el sufrimiento y las pruebas de los cuales no había sido librado. Además sufría de un "aguijón en la carne" en particular (2 Corintios 12:7, 10) para el cual Dios no había proporcionado remedio. Cuando Timoteo sufría de una enfermedad estomacal, Pablo no lo animó a que tuviera más fe. Más bien le dijo que tomara un poco de vino como medicina (1Timoteo 5:23). En estos pasajes no hay la más mínima insinuación de que las pruebas de Pablo y la enfermedad de Timoteo fueran producto de un pecado no confesado o de una fe deficiente. De hecho, en vez de proclamar que nuestra fe en Cristo debe librarnos del sufrimiento y las pruebas de este mundo, Pablo ensalza los beneficios espirituales del sufrimiento.

“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado”. (Romanos 5:3-5).

Santiago también dijo claramente que la fe firme no es un seguro contra el sufrimiento:

“Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada”. (Santiago 1:2-4).

Sobre la base de las Escrituras podemos decir que la fe siempre es pertinente al sufrimiento. Nuestra reacción al sufrimiento - ya sea por fe o en desesperación - determina si va a producir crecimiento espiritual o desesperación. Pero puesto que la sanidad espiritual es más importante para nosotros que nuestras circunstancias físicas, la fe no es una barrera contra el sufrimiento.
Siempre que nos inclinamos a presumir que la enfermedad o el sufrimiento de otra persona es resultado del pecado de ella, debemos recordar la locura de los "consejeros" de Job al tratar de explicar el misterio de la voluntad de Dios. Aunque la fe no siempre nos va a librar de la tribulación, nos mantendrá conscientes de las promesas de Dios y de la seguridad de que Él obra todo por el bien de sus hijos (Romanos 8:28).

¡Les Bendigo!

jueves, 29 de enero de 2009



DIOS COMO CREADOR

“En el principio creo Dios los cielos y la tierra”. Génesis 1:1

Dios creo los cielos y la tierra (Gn. 1:1). Estas palabras contienen una de las principales declaraciones de la Biblia acerca del mundo material, Dios lo creo. Los primeros dos capítulos de Génesis nos entregan dos narraciones complementarias acerca de la creación (Sal. 104 y Pr. 8 presentan otras dos).

El primer capitulo nos muestra a un Dios sublime, grande y digno de reverencia. El término hebreo utilizado para deidad en esta parte es Elohim y nos habla de la majestad de Dios, de su soberanía y su impresionante poder. Con una simple palabra, dio existencia al mundo entero y cuando lo termino, describió cada parte de su creación como “bueno” (Gn. 1:31).

Por el otro lado, en el segundo capitulo, leemos una narración más personal de la creación. Se trata de la creación del hombre y la mujer, los únicos seres de la creación que reflejan la imagen misma de Dios. En esta parte, se utiliza mas el nombre personal de Dios (Jehová) que su titulo “Dios”. La razón de esto es que Dios, personalmente, formo a Adán del polvo de la tierra, y le soplo aliento de vida, luego dio vida a Eva de la carne y hueso de Adán. Más aun, al seguir la lectura, vemos que Dios lleva a Adán y a Eva a un hermoso jardín y se relaciona con ellos.

Obviamente, estos capítulos no están escritos conforme a la ciencia moderna, pero tampoco, según la ciencia de los tiempos antiguos. Si la Biblia hubiera sido escrita en el lenguaje “científico” de su tiempo, seria un poco más que una reliquia hoy. Si hubiera sido escrita en el lenguaje científico de las Edades Medias, hubiera sido un misterio de comprensión para los primeros lectores, y necedades para nosotros. Por otro lado, si se hubiera escrito en el lenguaje científico de nuestros días, hubiera sido totalmente incomprensible para las generaciones anteriores y de seguro, reliquia para las futuras.

Estos primeros capítulos de Génesis nos revelan la identidad de Dios como creador, en un lenguaje que tiene sentido para todo tipo de audiencia. En los primeros tiempos, estos capítulos hablaron a un pueblo trashumante, en el comienzo de la historia hebrea. Al pasar las eras, les han hablado a la gente antigua y medieval. Y hoy, hablan a toda clase de gente. Algunas veces las personas del presente, se preguntan porque el lenguaje no es mas preciso, pero el objetivo de la Palabra no es ser preciso, es ser clara con relación a una verdad: Dios creo los cielos y la tierra.

¡Les Bendigo!

"En el estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres"
Juan 1:4

martes, 27 de enero de 2009



¿PORQUE DEBEMOS AMAR Y ORAR POR ISRAEL?

· Porque existe una íntima relación entre Israel, el propósito de Dios para Israel y la verdadera Iglesia. (Isaías 11:10-12; Hechos 2:5, 11:25-26, 13:46-48; Romanos 9:1-5, 10: 1, 11:1).
· Porque Dios así lo ordenó, prometiéndonos también una bendición especial si lo hacemos. (Génesis 12:3; Salmo 122:6; Isaías 62:6-7).
· Porque Dios ama a Israel “por causa de sus padres”. (Romanos 11:28).
· Porque la Iglesia no puede estar completa sin el remanente elegido de Israel. (Romanos 11:5; 1ª Corintios 12:13; Gálatas 3:28).
· Porque es la voluntad de Dios que todo Israel sea salvo. (Isaías 12:1-6; Mateo 23:37; Romanos 11:23-32).
· Porque se está dando actualmente, una transición en toda la casa de Israel. (Ezequiel 37:1-14).
· Porque los judíos se encuentran en una angustiosa necesidad. (Juan 8:12-24).
· Porque los judíos no han podido, ni ahora ni nunca, satisfacer esa necesidad. (Isaías 1:10-20; Gálatas 2:16).
· Porque Israel está experimentando, con dolor y angustia, un despertar nacional, lo cual evidencia que su redención está cerca. (Daniel 12:1; Mateo 24:4-8; Lucas 21:24-31- véase Daniel 9:1-27).
· Porque las Escrituras nos enseñan que Israel ha de pasar tribulación después del arrebatamiento de la Iglesia. (Mateo 24:9-14; Apocalipsis 6:9, 7:1-8).
· Porque en el futuro, una gran multitud será salva por medio del ministerio de Israel. (Romanos 11:25; Apocalipsis 7:9-17).
· Porque les fue confiada la Palabra de Dios. (Romanos 3:1-3).
· Porque las naciones son deudoras de sus bienes espirituales. (Romanos15:26-27).

Tomado de: http://www.shalom-mission.com.ar/

LA INSENSATEZ DE LA IDOLATRIA

“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una. El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?”. Isaías 44:9-20

lunes, 26 de enero de 2009

"... porque separados de mi nada podeis hacer".
Juan 15:5b


EL PECADO SE TRANSFIERE A TRAVES DE LAS GENERACIONES

“… porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”. (Dt. 5:9-10).

“Y amo Isaac a Esau, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob” (Gn. 25:28).

Por lo general, la gente cree que sus “pecados privados” no tienen consecuencias para nadie, excepto para ellos mismos. Por ejemplo ¿Cuánto podrá afectar el pecado de la envidia a otras personas? En realidad, no es algo que le competa estrictamente a una sola persona y al Señor.

Los pecados del carácter tienden a herir a todos los que nos rodean, especialmente a los que más amamos, nuestra familia.

Justamente esto fue lo que le sucedió durante tres generaciones a la familia de Isaac. Rebeca, su mujer, tenia la fuerte determinación de conseguir la bendición de su esposo para su hijo favorito Jacob, incluso si esto significaba engañarlo (Gn. 25:28; 27:5-29). Así, ella le enseño a su hijo a crecer como una persona mentirosa (G. 27:35-36).

Años mas tarde, la segunda esposa de Jacob, Raquel, llegaría a ser rival de su propia hermana Lea, debido a que el la amaba muchísimo (Gn. 29:34; 30:2).

Una situación similar al engaño de Rebeca y Jacob y la envidia de Raquel fue repetida en la tercera generación, cuando los hermanos de José comenzaron a sentir envidia de el (Gn. 37:23-35).

¿De donde aprendieron a sentir celos de sus hermanos y a engañar a sus padres tan cruelmente? ¡Obviamente, todos ellos siguieron los pasos de sus antepasados!

El pecado puede transferirse de generación en generación, no solo en dichos, sino en la realidad misma. Las actitudes son tan pensadas como hechas.

¡Les bendigo!

domingo, 25 de enero de 2009



"Yo, Señor, soy tu siervo; soy siervo tuyo, tu hijo fiel; ¡tu has roto mis cadenas! Salmos 116:16



LA CIUDAD DEL REINO

“Pero tu, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. Miqueas 5:2

Casi dos años después que Jesús nació, una polvorienta y majestuosa caravana hizo su entrada en Jerusalén. Los miembros de la caravana se detuvieron a pedir direcciones. Su sencilla pregunta sacudió la ciudad. “¿Dónde esta el rey de los judíos, que ha nacido?” (Mt. 2:2).

Una extraña estrella había anunciado su nacimiento. El rey Herodes sabia que los sabios no estaban interesados en el. Pero el también comprendió que, si su búsqueda era legitima, su propio reino estaba a punto de desaparecer por la llegada de otro rey, el tan esperado Mesías. El no iba a entregar su trono sin luchar.

Entre las profecías del Antiguo Testamento, Dios había revelado claramente el lugar de nacimiento del Mesías. Los lideres religiosos judíos a los que Herodes reunió para que respondieran a la pregunta de los extraños apuntaron inmediatamente a Miqueas 5:2 para la ubicación de la ciudad del Salvador, Belén. Ellos lo sabían. Miqueas había dejado escrita la dirección cientos de años antes. Pero ellos no estaban preparados para creer. Curiosamente, ninguno se ofreció para ir con los sabios a buscar al Mesías.

Dios ofrece una clara invitación a su pueblo a través de Miqueas: ¡Vigilar a Belén! El pueblo recordaba la invitación, pero fallaron al no tomarla en serio. Dada una oportunidad para que descubrieran la verdad, el pueblo de Jerusalén le permitió a otra persona que tomara el riesgo de la desilusión. Herodes además mato a los niños de Belén en un vano intento por eliminar a su rival.

Otras profecías de Miqueas rodean el pasaje apuntando a Belén como la ciudad del Mesías. Algunas de las profecías se cumplieron por el regreso de los israelitas de Babilonia (Mi. 4:10). Otras están aun por cumplirse (Mi. 4:1-5). Pero Belén permanece como un símbolo de la obra de Dios y de sus propósitos en la historia.

La invitación de Miqueas todavía es verdadera. Pero nuestra respuesta debe ser diferente de la del pueblo de Jerusalén. El pueblo en la época de Jesús esperaba que algo sucediera, pero no lo vieron por la incredulidad. Nosotros podemos mirar atrás a la muerte de Jesús y pasarla por alto igualmente a causa de nuestra propia incredulidad. Un capitulo crucial en la historia de la salvación de Dios comienza en Belén. Dios dio más que una insinuación de esa salvación en Miqueas.

¡Les bendigo!


sábado, 24 de enero de 2009



"Aun en la vejez fructificaran; Estaran vigorosos y verdes". Salmos 92:14

"¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espiritu Santo, quien esta en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños". 1 Corintios 6:19


LA CONFIABILIDAD DE LA BIBLIA

¿Cómo puede ser verdad que la Biblia no contenga ningún error ya que hay tantas versiones distintas con diferentes palabras?

Nuestra Biblia es el documento más confiable de los tiempos antiguos. Ningún erudito serio, sea cristiano o no, duda del hecho de que ha sido transmitida a través de los siglos esencialmente de la misma forma en que fue escrita.

Creemos que la Biblia es inspirada y no contiene errores en los manuscritos originales. Esto significa que aunque pueda haber presentes algunos errores menores de copistas (puesto que la Biblia fue copiada y transmitida a mano durante los muchos siglos anteriores a la imprenta moderna), el texto que tenemos hoy refleja de una manera tan precisa los originales que se puede confiar en él. Es verdaderamente la Palabra de Dios tal como Él se la dio a los escritores humanos.

¿Es cierto que no hay forma de saber lo que Jesús enseñó realmente, ya que la Iglesia ha distorsionado muchísimo sus enseñanzas?

El Nuevo Testamento es la obra literaria mejor documentada de los tiempos antiguos. Han sobrevivido más de 5.000 manuscritos. Algunos fragmentos que hoy están disponibles datan del inicio del siglo II. Hasta los eruditos liberales reconocen las tempranas fechas de muchos libros neotestamentarios. Por consiguiente, no existe un fundamento razonable para creer que las enseñanzas de Cristo fueran distorsionadas por la iglesia apostólica. Al contrario, es lógico que los apóstoles fueran los que más probabilidades tuvieran de permanecer fieles a la enseñanza de su Señor, y que a su vez seleccionaran documentos sobre la base de su confiabilidad. Una cosa es negar la autoridad del Nuevo Testamento, y otra muy distinta poder justificar la negación que uno haga.

¿Qué evidencia apoya la confiabilidad del Nuevo Testamento?

El canon del Nuevo Testamento fue establecido oficialmente en su forma final por el tercer concilio de Cartago en el año 397. Sin embargo, dentro del círculo de cristianos que eran fieles al liderazgo apostólico, sus 27 libros fueron aceptados como autorizados desde el momento en que se escribieron y se distribuyeron.

Los cristianos del primer siglo circularon documentos escritos o aprobados por los apóstoles que contenían descripciones de la vida y la enseñanza de Jesús. Estos documentos a menudo se citaban unos a otros y presentaban el mismo mensaje desde diferentes perspectivas y en distintos estilos. Los documentos se distribuyeron ampliamente y fueron aceptados por creyentes apostólicos. Se hicieron tantas copias, que los estudios de textos comparativos hechos por los eruditos modernos pueden demostrar tanto su precisión como sus fuentes comunes. Después de ser dispersados ampliamente en el primer siglo, hubiera sido imposible que alguien conspirara para hacer cambios drásticos en los documentos en siglos posteriores. También se escribieron cientos de documentos falsos, pero la Iglesia rechazó rápidamente los documentos ilegítimos y estableció la autoridad de los que eran genuinos.

Para obtener reconocimiento canónico, un documento tenía que pasar dos pruebas. Primero, tenía que tener un historial de «aprobación continua y amplia entre los cristianos» (J. W. Wenham, Christ and the Bible). Segundo, se esperaba que demostrara que, o bien había sido escrito por un apóstol, o específicamente aprobado por los apóstoles. El hecho de que el canon muratoriano (aproximadamente del año 170 d.C.) enumerara todos los libros del Nuevo Testamento excepto Hebreos, Santiago y las dos epístolas de Pedro es otra demostración del apoyo antiguo y amplio del canon. Otro ejemplo (y se podrían dar muchos) lo da Ireneo, teólogo del siglo II. Ireneo citó los cuatro evangelios extensamente e incluyó citas de todos los libros del Nuevo Testamento con la excepción de Filemón y 3 Juan. En realidad, el hecho de que la Iglesia recibiera oficialmente unos cuantos libros en una fecha posterior es más una demostración de su discreción y cautela, que una indicación de que estos libros de alguna manera no son confiables.

¡Les Bendigo!

viernes, 23 de enero de 2009

UN EVANGELIO MUNDIAL

“.. pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo ultimo de la tierra” (Hechos 1:8)

Gran Estrategia
Cuando Jesús hablo en el Monte de los Olivos en Betania (Hch. 1:4, 12), nos mostró un panorama que involucraría a todo el mundo (Hch. 1:8). Comenzó por señalar el punto de partida del evangelio: Jerusalén, como tres kilómetros al oeste. Desde allí, se expandiría por toda la región circundante (Judea) junto con su enajenado primo del norte (Samaria). Con el tiempo, llegaría a todo el mundo (pese a que la multitud en Hch. 1 posiblemente entendió que lo “ultimo de la tierra” se refería a la totalidad del Imperio romano.

El mandato de Jesús nos resulta admirable en la actualidad; pero, probablemente se encontró con menos entusiasmo en aquel entonces. Todos los lugares que se mencionan constituían problemas y peligros, tanto reales como imaginarios. Los judíos, que eran la mayoría de los oyentes de Jesús, representaban una pequeña minoría en el enorme Imperio Romano.

En efecto, la mayoría de los apóstoles provenían de la región de Galilea, al norte de Samaria. Los galileos debían soportar las burlas de sus hermanos judíos de Judea, en especial, de los de Jerusalén, quienes se consideraban mas puros y ortodoxos y menos contaminados con influencias extranjeras. Se mofaban de la región del lago denominándola “Galilea de los gentiles”. Ni siquiera soportaban el acento de Galilea.

Jerusalén
Jerusalén no era el hogar de los apóstoles, pero era la ciudad clave de Judea porque era el centro político, religioso, económico y cultural. La crucifixión de Jesús recién ocurrió en esta ciudad. Los líderes aun estaban empecinados en aplastar lo que quedaba de su movimiento.

Pero Jesús les dijo que comenzaran su ministerio en este lugar, donde reinaba gran hostilidad e intimidación. Ellos se deben de haber sorprendido: ¿Cómo los protegería de la inevitable oposición con que se encontrarían? ¿Tendrían que sufrir el mismo terrible fin que El tuvo?

Judea y Samaria
La relación de Jerusalén con Judea era la de un centro urbano con una provincia. Si penetraba en la ciudad, el evangelio también llegaría a los alrededores de la ciudad.

Sin embargo, Jesús fue cuidadoso al ligar Judea con Samaria, su primo del norte. Las dos naciones sostenían una dura rivalidad desde los principios del siglo octavo a.C., cuando los asirios colonizaron Samaria, y se casaron con los israelitas, hecho que “corrompió” la raza. Judea, que significa “judío”, se consideraban a si mismo la cuna del judaísmo puro por lo que veía a Samaria con desprecio. Tal como Juan lo señala en el relato de la mujer en el pozo de Sicar “judíos y samaritanos no se tratan entres si” (Jn 4:9).

Al llegar a Judea con el evangelio, los apóstoles galileos deberían sortear las barreras del orgullo regional y de la arrogancia cultural. Pero al moverse a Samaria, tendrían que superar prejuicios arraigados durante mucho tiempo.

Lo ultimo de la tierra
El hablar de la extensión del evangelio hasta “lo ultimo de la tierra” comprendía la eventual incorporación de los gentiles; el ultimo sobresalto para los apóstoles. En sus mentes, el mundo estaba dividido en judíos y no judíos (gentiles o “extranjeros”). Los judíos extremadamente ortodoxos no tenían ninguna relación con los gentiles. Hasta los judíos, como los apóstoles, que crecieron junto a los gentiles, evitaban al máximo el contacto con ellos.

Para extender el evangelio hasta los gentiles, entonces, los seguidores de Jesús tendrían que superar siglos de prejuicios raciales, religiosos y culturales y derribar muros de separación firmes y consolidados. En la practica ellos lo lograron, pero no sin grandes conflictos y tensiones.

Les bendigo!

martes, 20 de enero de 2009

10 RAZONES PARA CREER EN LA EXISTENCIA DE DIOS

1) LO INEVITABLE DE LA FE
Todos creemos en algo. Nadie puede sobrellevar la presión y los problemas de la vida sin tener fe en algo que al final es imposible de comprobar. Los ateos no pueden probar que no hay Dios. Los panteístas no pueden probar que todo es Dios. Los pragmáticos no pueden probar que todo lo que contará para ellos en el futuro es lo que funciona ahora. Tampoco pueden los agnósticos probar que es imposible saber si es o no es así. La fe es inevitable, aunque decidamos sólo creer en nosotros mismos. Lo que ha de decidirse es cuál es la evidencia que consideramos pertinente, cómo vamos a interpretarla, y a quién o en quién estamos dispuestos a creer (Lucas 16:16).

2) LAS LIMITACIONES DE LA CIENCIA
El método científico se limita a un proceso definido por lo que se puede medir y repetir. Por definición no puede aplicarse a los asuntos trascendentales del origen, el significado o la moralidad. Para obtener ese tipo de respuestas, la ciencia depende de los valores y las creencias personales de aquellos que la aplican. Por tanto, la ciencia tiene mucho potencial, tanto para bien como para mal. Se puede utilizar para hacer vacunas o veneno, plantas de energía nuclear o armas nucleares. Puede utilizarse para limpiar el medio ambiente o para contaminarlo. Puede utilizarse para argüir a favor o en contra de Dios. La ciencia por sí sola no ofrece guía moral ni valores para regular nuestras vidas. Todo lo que la ciencia puede hacer es mostrarnos cómo funciona la ley natural, sin decirnos nada acerca de sus orígenes.

3) LOS PROBLEMAS DE LA EVOLUCION
Algunos han asumido que la explicación evolutiva de la vida hace innecesario a Dios. Este punto de vista pasa por alto algunos problemas. Aun si asumimos que algún día los científicos encontrarán suficientes «eslabones perdidos» como para confirmar que la vida apareció y se desarrolló gradualmente durante largos períodos de tiempo, las leyes de la probabilidad aun así mostrarían la necesidad de un Creador. Como resultado de ello, muchos científicos que creen en la evolución también creen que el universo en toda su inmensidad y complejidad no «sucedió sencillamente». Muchos se sienten obligados a reconocer la posibilidad o aun la probabilidad de la existencia de un diseñador inteligente que proveyó los ingredientes de la vida y puso en movimiento las leyes por medio de las cuales se desarrolló la misma.

4) LOS HABITOS DEL CORAZON
El hombre se ha descrito como un ser religioso incurable. En momentos desprevenidos de problemas o sorpresas, en oración o en profanación, se utilizan persistentemente las referencias a La Deidad. Aquellos que consideran ese tipo de pensamiento como sencillos malos hábitos o vicios sociales se quedan con preguntas imposibles de responder. Negar la existencia de Dios no elimina el misterio de la vida. Tratar de excluir a Dios del lenguaje de la vida civil no elimina el anhelo constante de algo más de lo que esta vida puede ofrecer (Eclesiastés 3:11). Hay algo en la verdad, la belleza y el amor que causa dolor en nuestro corazón. Aún en nuestra ira contra un Dios que permite la injusticia y el dolor, partimos de una conciencia moral para argumentar que la vida no es como debiera ser (Romanos 2:14-15). Aun sin querer, nos sentimos atraídos hacia algo que es mayor y no menor que nosotros.

5) LOS ANTECEDENTES DEL GENESIS
En una primera lectura, las palabras introductorias de la Biblia parecen asumir la existencia de Dios. Sin embargo, el Génesis se escribió en un momento específico de la historia. Moisés escribió: «En el principio creó Dios», luego del éxodo de Israel desde Egipto. Escribió luego de que sucedieran eventos milagrosos que fueron atestiguados por millones de judíos y egipcios. Desde el éxodo hasta la venida del Mesías, el Dios de la Biblia fundamenta su causa en eventos atestiguados en momentos y lugares reales. Cualquiera que dude de estas afirmaciones puede visitar lugares y pueblos reales para verificar la evidencia por sí mismo.

6) LA NACION DE ISRAEL
Israel se utiliza a menudo como un argumento contra Dios. Muchos encuentran difícil creer en un Dios que tendría parcialidad hacia un «pueblo escogido». Otros encuentran aún más difícil creer en un Dios que no protegería a su «nación escogida» de las cámaras de gas, los vagones cerrados y los hornos de Auschwitz y Dachau. Sin embargo, el futuro de Israel fue predicho desde el principio de la historia del Antiguo Testamento. Junto con otros profetas, Moisés predijo, no sólo que Israel poseería la tierra, sino también que sufriría incomparablemente y sería dispersado por toda la tierra, que se arrepentiría a la larga, y que finalmente sería restaurado en los últimos tiempos (Deuteronomio 28-34; Isaías 2:1-5; Ezequiel 37-38).

7) LAS AFIRMACIONES DE CRISTO
Muchos que dudan de la existencia de Dios se tranquilizan a sí mismos con el pensamiento de que «si Dios quisiera que creyéramos en Él se nos aparecería en persona». Según la Biblia, eso es exactamente lo que Dios ha hecho. Al escribir en el siglo VII a.C., el profeta Isaías dijo que Dios daría una señal a su pueblo. Una virgen daría a luz un hijo que sería llamado «Dios con nosotros» (Isaías 7:14; Mateo 1:23). Isaías dijo que este Hijo sería llamado «Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz» (Isaías 9:6. El profeta también dijo que ese niño moriría por el pecado de su pueblo antes de que su vida fuera prolongada y honrada por Dios (Isaías 53). Según el Nuevo Testamento, Jesús dijo que era ese Mesías. Bajo la supervisión de un gobernador romano llamado Poncio Pilato, fue crucificado porque decía ser el rey de Israel y porque se había presentado a Sí mismo como igual a Dios (Juan 5:18).

8) LA EVIDENCIA DE LOS MILAGROS
Los informes de los primeros seguidores de Jesús concuerdan en que hizo más que asegurar ser el tan esperado Mesías. Estos testigos dijeron que se ganó su confianza al curar paralíticos, caminar sobre el agua y luego voluntariamente morir una muerte dolorosa e inmerecida antes de levantarse de entre los muertos (1 Corintios 15:1-8). La afirmación más convincente es que muchos testigos vieron a Jesús y hablaron con Él luego de que su tumba se encontrara vacía, y antes de verlo ascender en forma visible a las nubes. Estos testigos no tenían absolutamente nada que ganar al hacer esas afirmaciones. No tenían esperanzas de obtener poder ni riquezas materiales. Muchos se convirtieron en mártires, afirmando hasta el final que el tan esperado Mesías de Israel había vivido entre ellos, que se había convertido en sacrificio por el pecado, y se había levantado de los muertos para asegurarles que podía llevarlos a Dios.

9) LOS DETALLES DE LA NATURALEZA
Algunos que creen en Dios no toman en serio su existencia. Razonan que un Dios lo suficientemente grandioso como para crear el universo sería demasiado grande para preocuparse por nosotros. Sin embargo, Jesús confirmó lo que sugieren el diseño y los detalles del mundo natural. Mostró que Dios es suficientemente grandioso como para preocuparse por los detalles más pequeños de nuestras vidas. Habló de un Dios que no sólo conoce cada una de nuestras acciones, sino también nuestras motivaciones y los pensamientos de nuestro corazón. Jesús enseñó que Dios sabe cuántos cabellos tenemos en la cabeza, lo que nos preocupa y hasta la condición de un pajarillo que cae a tierra (Salmo 139; Mateo 6).

10) LA VOZ DE LA EXPERIENCIA
La Biblia dice que Dios diseña las circunstancias de nuestra vida de forma tal que nos lleven a buscarlo a Él (Hechos 17:26-27). Para aquellos que lo buscan, las Escrituras también dicen que Él está suficientemente cerca como para que podamos encontrarlo (versículo 27). Según el apóstol Pablo, Dios es un Espíritu en el cual «vivimos, y nos movemos, y somos» (versículo 28). Sin embargo, la Biblia dice también muy claramente que debemos acercarnos a Dios en Sus términos y no en los nuestros. Él promete que lo encontrarán, no todas las personas, sino aquellos que admiten su propia necesidad y están dispuestos a confiar en Él y no en sí mismos.
No estas solo..

No estás solo si estás abierto a la existencia de Dios pero no estás seguro de poder aceptar la afirmación de Cristo de ser «Dios encarnado». El Maestro de Nazaret prometió ayudar a aquellos que se preocupan por hacer la voluntad de Dios. Dijo: «El que quiere hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta» (Juan 7:17).

Si ves la evidencia de un Dios que se reveló a Sí mismo a través de Su Hijo, ten en cuenta que la Biblia dice que Cristo murió para pagar el precio de nuestros pecados, y que todos los que creen en Él reciben el regalo del perdón y la vida eterna. La salvación que Cristo ofrece no es una recompensa por nuestro esfuerzo, sino un regalo a todos los que a la luz de la evidencia ponen su confianza en Él (Juan 5:24; Romanos 4:5; Efesios 2:8-10).

Si quieres recibir a Jesucristo en tu corazón puedes hacer esta sencilla oración:

“Señor Jesucristo: Gracias porque me amas y entiendo que te necesito. Gracias porque moriste en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y mi Salvador. Ocupa el trono de mi vida. Hazme la persona que tu quieres que sea. Gracias por perdonar mis pecados y darme la vida eterna”. Amen.

Si podemos ayudar a responder tus preguntas o enviarte materiales adicionales que demuestran lo razonable y lo urgente que es tener fe en Cristo por favor, escríbenos a: yosoy.elbuenpastor@gmail.com y http://yosoylapuertadelasovejas.blogspot.com/

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LOS SIETE “YO SOY” DE JESUS

Las declaraciones de Jesús “yo soy” debieron tener importancia particular para los oyentes judíos del primer siglo. Dios se había revelado a Moisés con un sonoro “YO SOY” (Ex. 3:14). Ahora Jesús estaba usando las misma palabras para describirse a si mismo. (Juan 4:26; 6:20; 13:19).

“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mi viene nunca tendrá hambre; y el que en mi cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35; 41, 48, 51).

Esto dijo Jesús después que alimento a 5.000. Como el pan sostiene la vida física, así Cristo ofrece y sostiene la vida espiritual. La alimentación y satisfacción que ofrece son permanentes.

“Otra vez Jesús les hablo, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Esto dijo Jesús durante las fiestas de los Tabernáculos. En esta fiesta, un gran candelabro se prendía en el Templo en el patio de las mujeres. Recordaba a los israelitas el pilar de fuego que guió a sus antepasados durante su paso a través del desierto.

A un mundo que tropieza en las tinieblas del pecado, Cristo se ofrece como una guía constante. La luz también es símbolo de santidad.

“Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas… Yo soy la puerta; el que por mi entrare, será salvo; y entrara y saldrá, y hallara pastos”. (Juan 10:7,9).

“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas… Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” (Juan 10:11, 14).

Esto dijo durante un discurso con los líderes religiosos de Israel en el cual Jesús declaro en esencia que eran pastores inadecuados para la nación.

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mi, aunque este muerto, vivirá” (Juan 11:25).

Esto dijo Jesús después de la muerte de Lázaro. Jesús es el Señor de toda la vida y posee el poder para levantar de la muerte. La muerte no es la palabra final, porque todos lo que están en Cristo vivirán para siempre.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi”. (Juan 14:6).

Esto dijo Jesús cuando los discípulos estaban confundidos por las declaraciones que había hecho sobre el cielo. Jesús es el único camino al Padre. Es la fuente de toda la verdad y de todo el conocimiento sobre Dios. Ofrece a las personas muertas espiritualmente la misma vida de Dios.

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador… Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi, y yo en el, este lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer” (Juan 15:1, 5).

Esto dijo Jesús en el discurso del aposento alto, la noche de su arresto.

El Antiguo Testamento contiene muchas referencias a Israel como la viña de Dios (Sal. 80:8; Is. 5:1-7; Ez. 15; Os. 10.1). Pero como la nación fue fructífera, Jesús vino para cumplir el propósito de Dios. Al sujetarnos a Cristo, permitimos que su vida fluya en y a través de nosotros. Entonces no podemos evitar el llevar fruto que honrara al Padre. En esta metáfora, El es el jardinero.

Les bendigo!

lunes, 19 de enero de 2009

ENTRE PADRES E HIJOS

“El hijo sabio alegra al padre; Mas el hombre necio menosprecia a su madre” Proverbios 15:20.

Si proviene de un hogar que solo dejo recuerdos dolorosos de la niñez, debe ser muy difícil pensar en sus padres tiernamente. A pesar de esto, Proverbios nos impulsa a respetar a nuestros padres como niños, a pesar de lo imperfectos que hayan sido. Probablemente no nos guste o aprobemos todo lo que ellos hacen (o hicieron), pero solo un necio despreciaría a sus padres (Pr. 15:20).

Es importante hacer notar que la Biblia ve la paternidad como una sociedad entre ambos, el padre y la madre, donde juntos están llamados al cuidado de sus hijos. Esto es lo ideal ya que en un hogar con tales características el hijo prosperara en la vida. Pero aunque nuestros padres cumplieren o no con las responsabilidades Bíblicas, ellos siempre merecerán una medida de respecto y consideración.

Los proverbios incluyen un número significativo de principios sobre como nosotros y nuestros padres debemos relacionarnos:

- Tenemos una vida gracias a la unión de nuestro padre y nuestra madre (Pr. 4:3; 23:25.
- Como hijos, causamos un impacto profundo sobre como nuestros padres ven su propia vida y evalúan su propia importancia (Pr. 10:1; 15:20; 17:25; 23:24).
- La forma en que tratemos a nuestros padres es la imagen de nuestros valores y actitudes (Pr. 19:26).
- La falta de respeto hacia nuestros padres puede tener terribles consecuencias para nuestra propia vida (Pr. 20:20)
- Debido a que nuestros padres son mayores, debemos darles el regalo de escucharlos y cuidarlos (Pr. 23:22).
- Al perseguir la sabiduría, no solo nos beneficiamos a nosotros mismos, también les entregamos una gran alegría a nuestros padres (Pr.23:25; 29:3).
- Al seguir por el camino de la necedad y la maldad, seremos una fuerza destructiva para la vida de nuestros padres (Pr. 28:24; 29:15).
- Sufriremos en gran manera si no demostramos el respeto que nuestros padres se merecen (Pr. 30:11, 17).

Les Bendigo!
PROVERBIOS
Capítulo 01
1:1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. 1:2 Para entender sabiduría y doctrina, Para conocer razones prudentes, 1:3 Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad; 1:4 Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura. 1:5 Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo, 1:6 Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos. 1:7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Pr. 1:1-7. (Resaltado nuestro).

QUE CLASE DE SABIDURIA?

El Propósito de los Proverbios es bastante claro: “entender sabiduría” (Pr. 1.2). Comúnmente, cuando se habla de ella, se piensa en una forma avanzada del conocimiento, el aprendizaje y la percepción. Esta visión tiene un toque místico, como si aquellos que son sabios, tuvieran algún tipo de profundo secreto o guardaran verdades enigmáticas de eras pasadas.

Sin embargo, no existe ningún tipo de misterio en la sabiduría descrita en Proverbios, ni tampoco es necesario limitarla a unos pocos “privilegiados”. La sabiduría que Proverbios menciona más de cuarenta veces y Eclesiastés más de veintisiete, es la palabra hebrea “chokmah”, que significa la habilidad de vivir. La sabiduría es práctica, no esotérica. Significa vivir de una manera responsable, productiva y prospera.

Y desde esta perspectiva, la sabiduría de Proverbios se relaciona mucho mas con lo que nosotros llamamos “sentido común”. Es una manera de entender e funcionamiento del mundo. La cuestión no es tanto lo que uno sabe intelectualmente como lo que hace en la práctica. Es una verdad aplicada.

Por eso es que Proverbios abarca todos los acontecimientos del día a día, especialmente esos que envuelven interrogantes morales y decisiones que afectaran el futuro.

La persona sabia (heb. chakam) evita la maldad y promueve lo bueno, observando a los demás y buscando una línea de acción basada en los resultados. Así, los proverbios no son únicamente promesas de Dios, también son observaciones y principios acerca de cómo funciona nuestra vida.

Les Bendigo!

domingo, 18 de enero de 2009

DIEZ RAZONES PARA CREER EN LA BIBLIA

1) SU HONESTIDAD
La Biblia es dolorosamente honesta. Muestra a Jacob, el padre de su «pueblo escogido», como un engañador. Describe a Moisés, el dador de la ley, como un líder inseguro y reticente que en su primer intento de ayudar a su propio pueblo, mató a un hombre y luego huyó al desierto para salvar su vida. Retrata a David, no sólo como el rey, general y líder espiritual más amado de Israel, sino también como uno que tomó la esposa de otro hombre y luego, para cubrir su propio pecado, conspiró para matarlo. En un momento, las Escrituras acusan al pueblo de Dios, la nación de Israel, de ser tan mala que hacía parecer buenas a Sodoma y a Gomorra en comparación con ella (Ezequiel 16:46-52). La Biblia presenta la naturaleza humana como hostil a Dios. Predice un futuro lleno de problemas. Enseña que el camino al cielo es estrecho y el camino al infierno ancho. Las Escrituras claramente no fueron escritas para aquellos que desean respuestas simples ni una visión optimista y fácil de la religión y la naturaleza humana.

2) SU PRESERVACION
En el mismo tiempo en que resurgió el estado moderno de Israel, después de miles de años de dispersión, un pastor beduino descubrió uno de los tesoros arqueológicos más importantes de nuestra era. En una cueva ubicada en la orilla noroeste del mar Muerto encontró en una jarra rota documentos que habían estado escondidos por dos milenios. Hallazgos adicionales produjeron manuscritos que anteceden en más de 1.000 años a las copias más viejas. Una de las más importantes fue la copia del libro de Isaías. Reveló un documento que es en esencia el mismo que el libro de Isaías que aparece en nuestras propias Biblias. Los rollos del mar Muerto surgieron del polvo como un apretón de manos simbólico para una nación que volvía a su hogar. Desacreditaron las afirmaciones de aquellos que creían que la Biblia original se había perdido con el tiempo y las alteraciones.

3) SUS AFIRMACIONES DE SI MISMA
Es importante saber lo que la Biblia dice sobre sí misma. Si los autores de las Escrituras no hubieran dicho que hablaban en nombre de Dios, sería pretencioso de nuestra parte aseverar que es así. También tendríamos otro tipo de problema. Tendríamos una colección de misterios sin resolver envueltos en una literatura ética e histórica, pero no tendríamos un libro que ha inspirado la construcción de innumerables iglesias y sinagogas en todo el mundo. Una Biblia que no asegurara hablar en nombre de Dios no se habría convertido en el fundamento de la fe de cientos de millones de cristianos y judíos (2 Pedro 1:16-21). Sin embargo, con mucha evidencia y argumentos para sustentar sus afirmaciones, los autores de la Biblia sí aseguraron estar inspirados por Dios. Debido a que millones han basado su bienestar presente y eterno en esas afirmaciones, la Biblia no puede ser un buen libro si sus autores mintieron consecuentemente sobre la fuente de su información

4) SUS MILAGROS
El éxodo de Israel desde Egipto proveyó una base histórica para creer que Dios se reveló a Sí mismo a Israel. Si el mar Rojo no se dividió como Moisés dijo, el Antiguo Testamento pierde su autoridad para hablar en nombre de Dios. El Nuevo Testamento depende tanto o más de los milagros. Si Jesús no se levantó corporalmente de los muertos, el apóstol Pablo admite que la fe cristiana esta basada en una mentira (1 Corintios 15:14-17). Para mostrar su credibilidad, el Nuevo Testamento nombró sus testigos, y lo hizo en un marco de tiempo que permitió que esas afirmaciones fueran probadas (1 Corintios 15:1-8). Muchos de los testigos terminaron como mártires, no por convicciones espirituales o morales abstractas, sino por asegurar que Jesús se había levantado de los muertos. Aunque el martirio no es inusual, la base sobre la cual estas personas dieron sus vidas es lo importante. Muchos han muerto por lo que creían cierto, pero la gente no muere por lo que sabe es una mentira.

5) SU UNIDAD
Los sesenta y seis libros de la Biblia fueron escritos por cuarenta autores diferentes que escribieron durante un período de 1.600 años. Cuatrocientos años de silencio separan los treinta y nueve libros del Antiguo Testamento de los veintisiete del Nuevo Testamento. Sin embargo, desde el Génesis hasta el Apocalipsis cuentan una historia en desarrollo. Juntos proveen respuestas consecuentes a las más importantes preguntas que podemos hacer: ¿Por qué estamos aquí? ¿Cómo podemos sobreponernos a nuestros temores? ¿Cómo podemos llevarnos bien con los demás? ¿Cómo podemos sobreponernos a nuestras circunstancias y mantener la esperanza viva? ¿Cómo podemos hacer las paces con nuestro Creador? Las respuestas consecuentes de la Biblia a estas preguntas muestran que las Escrituras no son muchos libros sino uno solo.

6) SU EXACTITUD HISTORICA Y GEOGRAFICA
A través de las edades, muchos han dudado de la exactitud histórica y geográfica de la Biblia. Sin embargo, los arqueólogos modernos han descubierto en repetidas ocasiones evidencia de la existencia de los pueblos, lugares y culturas descritas en las Escrituras. Vez tras vez, las descripciones del registro bíblico han demostrado ser más confiables que las especulaciones de los eruditos. El visitante moderno de los museos y las tierras de la Biblia no puede sino volver impresionado con el escenario histórico y geográfico real del texto bíblico.

6) EL PATROCINIO DE CRISTO
Muchos han hablado bien de la Biblia, pero ningún apoyo es tan convincente como el de Jesús de Nazaret. Él recomendó la Biblia, no sólo por medio de sus palabras, sino a través de su vida. En momentos de tentación personal, enseñanza pública y sufrimiento personal, dejó claro que creía que las Escrituras del Antiguo Testamento eran más que una tradición nacional (Mateo 4:1-11, 5:17-19). Creía que la Biblia era un libro sobre Él mismo. A sus compatriotas dijo: «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida» (Juan 5:39-40).

7) SU EXACTITUD PROFETICA
Desde los días de Moisés, la Biblia predijo eventos que nadie quería creer. Antes de que Israel fuera a la Tierra Prometida, Moisés predijo que Israel sería infiel, que perdería la tierra que Dios le daba, y que sería dispersado por todo el mundo, se volvería a juntar, y luego sería restablecido (Deuteronomio 28-31). El punto central de la profecía del Antiguo Testamento era la promesa de un Mesías que salvaría al pueblo de Dios de sus pecados y posteriormente traería juicio y paz al mundo entero.

8) SU SUPERVIVENCIA
Los libros de Moisés se escribieron 500 años antes que las más antiguas escrituras hinduistas. Moisés escribió el Génesis 2.000 años antes de que Mahoma escribiera el Corán. Durante esa larga historia, ningún otro libro ha sido más amado ni más odiado que la Biblia. Ningún otro libro ha sido tan consecuentemente comprado, estudiado ni citado más que éste. Aunque millones de libros vienen y van, la Biblia es todavía el libro por el cual se miden todos los demás. Aunque los que se sienten incómodos con sus enseñanzas muchas veces lo ignoran, sigue siendo el libro central de la civilización occidental.

9) SU PODER PARA CAMBIAR VIDAS
Los no creyentes muchas veces señalan a aquellos que dicen creer en la Biblia sin ser cambiados por ella. Sin embargo, la historia está también marcada por aquellos que han mejorado por este libro. Los Diez Mandamientos han sido una fuente de dirección moral para innumerables personas. Los salmos de David han ofrecido consuelo en momentos de problemas y pérdidas. El Sermón del Monte de Jesús ha dado a millones un antídoto para el terco orgullo y el legalismo. La descripción de Pablo del amor en 1 Corintios 13 ha tranquilizado corazones airados. Las vidas cambiadas de personas como el apóstol Pablo, Agustín, Martín Lutero, Juan Newton, León Tolstoy y C. S. Lewis ilustran la diferencia que la Biblia puede producir. Aun naciones o tribus completas, como los celtas de Irlanda, los vikingos salvajes de Noruega y los indios aucas del Ecuador, han sido transformadas por la Palabra de Dios y la vida sin precedentes y la significación de Jesucristo.


No estas solo.. No estás solo si tienes preguntas sobre la confiabilidad de la Biblia. Las Escrituras, al igual que el mundo que nos rodea, están marcadas por elementos de misterio. Sin embargo, si la Biblia es lo que dice ser, no tienes que tratar de organizar la evidencia tú solo. Lo que sí es para probarlo de esa forma es la promesa de Jesús de dar ayuda divina a aquellos que desean conocer la verdad sobre Él y sus enseñanzas. Como figura central del Nuevo Testamento Jesús dijo: «El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta» (Juan 7:17).


Una clave importante para comprender la Biblia es que no fue escrita solamente para llevarnos a creer en ella. Cada principio de las Escrituras nos muestra nuestra necesidad del perdón que Cristo compró para nosotros. Nos muestra por qué necesitamos permitir que el Espíritu de Dios viva a través de nosotros. Es para esa relación que la Biblia nos fue dada.Si quieres recibir a Jesucristo en tu corazón puedes hacer esta sencilla oración:


“Señor Jesucristo: Gracias porque me amas y entiendo que te necesito. Gracias porque moriste en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y mi Salvador. Ocupa el trono de mi vida. Hazme la persona que tu quieres que sea. Gracias por perdonar mis pecados y darme la vida eterna”. Amen.


Si podemos ayudar a responder tus preguntas o enviarte materiales adicionales que demuestran lo razonable y lo urgente que es tener fe en Cristo por favor, escríbenos a: yosoy.elbuenpastor@gmail.com y http://yosoylapuertadelasovejas.blogspot.com/

miércoles, 14 de enero de 2009

10 RAZONES PARA CREER EN CRISTO Y NO EN LA RELIGION

1 CRISTO ES UNA PERSONA A QUIEN CONOCER Y EN QUIEN CONFIAR
Cristo es más que un sistema, una tradición o una creencia. Es una persona que conoce nuestras necesidades, siente nuestro dolor, y se conduele de nuestra debilidad. A cambio de nuestra confianza, nos ofrece el perdón de nuestros pecados, intercede por nosotros y nos lleva a Su Padre. Lloró por nosotros, murió por nosotros, y se levantó de los muertos para demostrar que era quien decía ser. Al vencer la muerte, nos mostró que puede salvarnos de nuestros pecados, vivir su vida a través de nosotros en la tierra, y luego llevarnos al cielo con seguridad. Se ofrece a Sí mismo como regalo a todo aquel que confíe en Él (Juan 20:24-31).
2 LA RELIGION ES ALGO PARA CREER Y HACER
La religión es creer en Dios, ir a cultos religiosos, estudiar el catecismo, bautizarse y recibir la comunión. La religión es tradición, ritual, ceremonia y aprender la diferencia entre lo bueno y lo malo. La religión es leer y memorizar la Escritura, orar, dar a los pobres, y celebrar los días de fiesta religiosos. La religión es cantar en el coro, ayudar a los pobres, y remediar el mal que hicimos en el pasado. La religión es algo que los fariseos practicaban, esos líderes espirituales, conservadores y separatistas que amaban la Escritura, pero que odiaban a Cristo lo suficiente como para pedir su muerte. Lo odiaban, no sólo porque rompió con las tradiciones para ayudar a la gente (Mateo 15:1-9) sino también porque podía traspasar la religión de ellos y ver lo que había en sus corazones.
3 LA RELIGION NO CAMBIA EL CORAZON
Jesús comparó a los fariseos religiosos con un grupo de lavadores de platos que limpian la parte de afuera de la taza y dejan lo de adentro sucio. Dijo: «Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad. Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?» (Lucas 11:39-40). Jesús sabía que una persona puede cambiar su imagen sin cambiar su interior (Mateo 23:1-3). Sabía que las credenciales y las ceremonias religiosas no pueden cambiar el corazón. Dijo a uno de los hombres más religiosos de su época que a menos que una persona «nazca de nuevo» por el Espíritu, no puede ver el reino de los cielos (Juan 3:3). Sin embargo, desde ese día hasta hoy, muchas de las personas más religiosas del mundo siguen olvidando que aunque la religión puede prestar atención a las apariencias, sólo Cristo puede cambiar el corazón.
4 LA RELIGION DA MUCHA IMPORTANCIA A LO TRIVIAL
Jesús habló a los religiosos apasionados por los detalles cuando dijo: «Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello» (Lucas 11:42) Jesús ve nuestra tendencia a hacer reglas y a concentrarnos en el comportamiento «moralmente correcto» en vez de mantener nuestros ojos en lo más importante, que es porqué tratamos de hacer lo bueno. Aunque los fariseos eran muy celosos de llevar sus conocimientos hasta sus últimas conclusiones lógicas, olvidaron que a Dios no le importa cuánto sabemos hasta que le demostremos cuánto lo amamos. Fue pensando en este «porqué» que el apóstol Pablo escribió: «Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve» (1 Corintios 13:1-3)
5 LA RELIGION NO OFRECE LA APROBACION DE DIOS
Jesús reservó sus mayores críticas para los religiosos que utilizaban su reputación espiritual para recibir atención y honores sociales. A ellos fue que Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas» (Lucas 11:43). Luego, hablando con sus discípulos, dijo de los fariseos: «Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres» (Mateo 23:5). Jesús se daba perfecta cuenta de que la práctica religiosa considera más importante y deseable la opinión y la atención de los hombres que la aprobación de Dios.
6 LA RELIGION NOS HACE HIPOCRITAS
Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben» (Lucas 11:44). ¿Qué se ve mejor que vestirse apropiadamente, ir a los cultos religiosos y hacer cosas que nos identifican como personas decentes que temen a Dios? Sin embargo, ¿cuántos eruditos, ministros y fieles seguidores religiosos dejan de honrar y alentar a sus esposas, de prestar atención a sus hijos, y de amar a sus enemigos doctrinales? Jesús sabía lo que nosotros a menudo olvidamos: que lo que se ve bien puede tener un corazón de maldad.
7 LA RELIGION HACE MAS DIFICIL LA VIDA
Debido a que la religión no puede cambiar el corazón, trata de controlar a las personas por medio de leyes y expectativas que no las cumplen ni siquiera los religiosos que las interpretan y las aplican. Teniendo en cuenta el «factor de la carga» que ello representa, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis» (Lucas 11:46). La religión es buena para definir los altos estándares del buen comportamiento y las buenas relaciones, pero es mala para dar ayuda real y misericordiosa a aquellos que se dan cuenta de que no han vivido a la altura de esas expectativas.
8 LA RELIGION FACILITA EL QUE NOS ENGAÑEMOS
Se dice de broma la frase: «Amo a la humanidad. Es la gente lo que no soporto.» Los fariseos ponían en práctica una idea similar, pero no era gracioso. Según Jesús, los fariseos se sentían orgullosos de honrar y construir monumentos en memoria de los profetas. La ironía es que cuando conocieron a un verdadero profeta, quisieron matarlo. Barclay dijo: «Los únicos profetas que admiraban eran los profetas muertos; cuando conocieron a uno vivo, trataron de matarlo. Honraban a los profetas muertos con tumbas y monumentos, pero deshonraban a los vivos con persecución y muerte.» Esto fue a lo que Jesús se refirió en Lucas 11:47-51 y en el pasaje paralelo de Mateo 23:29-32. Los fariseos se habían engañado a sí mismos. No se veían como asesinos de profetas. Los religiosos no se ven a sí mismos como lo que son en realidad, personas que rechazan a Dios.
9 LA RELIGION ESCONDE LA LLAVE DEL CONOCIMIENTO
Uno de los grandes peligros de la religión es que nos pone en peligro, no sólo a nosotros, sino también a los demás. A los expertos bíblicos muy religiosos de su época Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis» (Lucas 11:52). Los religiosos quitan «la llave del conocimiento» distrayendo a las personas de la Palabra de Dios y de «la verdadera atención al corazón» y añadiendo innecesariamente tradiciones y expectativas correctas según su denominación. En vez de llevar a la gente a Dios, los religiosos colocan la atención en sí mismos y en sus reglas. Los religiosos son aquellos que confían en que las creencias y las acciones de su religión harán lo que sólo Cristo puede hacer.
10 LA RELIGION ALEJA A SUS CONVERSOS DEL VERDADERO DIOS
En Mateo 23:15 Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.» Los conversos religiosos están en doble peligro. Traen un gran entusiasmo a su nueva vida y con celo defienden ciegamente a sus maestros ciegos. Colocan sus vidas y su confianza en personas que han cambiado la vida, el perdón y la relación con un Salvador infinito por reglas y tradiciones. La religión es importante en su lugar (Santiago 1:26-27), pero sólo cuando nos lleva al Cristo que murió por nuestros pecados y ofrece vivir Su vida a través de los que ponen su confianza en Él (Galatas 2:20; Tito 3:5)
No estás solo...
No estás solo si no estás convencido de que Cristo es todo lo que dijo ser. Pero ten en cuenta que Él prometió la ayuda de Dios a aquellos que tienen buenas razones para cuestionar. Él dijo: «El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta» (Juan 7:17). En ese texto, Jesús nos recuerda que vemos las cosas, no sólo como son, sino como somos nosotros.Si consideras razonable tener fe en Cristo, ten en cuenta que la Biblia dice a la familia de Dios: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe» (Efesios 2:8-9). La salvación que Cristo ofrece no es una recompensa por el esfuerzo religioso, sino un regalo a todos aquellos que ponen su confianza en Él.

Si quieres recibir a Jesucristo en tu corazón puedes hacer esta sencilla oración:

“Señor Jesucristo: Gracias porque me amas y entiendo que te necesito. Gracias porque moriste en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y mi Salvador. Ocupa el trono de mi vida. Hazme la persona que tu quieres que sea. Gracias por perdonar mis pecados y darme la vida eterna”. Amen.

Si podemos ayudar a responder tus preguntas o enviarte materiales adicionales que demuestran lo razonable y lo urgente que es tener fe en Cristo y no en la religión, por favor, escríbenos a: yosoy.elbuenpastor@gmail.com y http://yosoylapuertadelasovejas.blogspot.com/
PARÁBOLA DEL REDIL

"10:1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. 10:2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 10:3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 10:4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 10:5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 10:6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.10:7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.10:8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 10:13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 10:15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre". Juan 10:1-18
JESÚS, EL BUEN PASTOR
Comenzamos con esta Parábola de Jesús que aparece en La Biblia en Juan Capitulo 10, ya que de ella hemos tomado su titulo para dar nombre a este Blog, Jesús, El buen Pastor. La finalidad de este Blog es aprender, comentar, fortalecernos y edificarnos entre hermanos, a través de La Biblia, la Palabra de Dios escrita, y sacar de ella verdades que podemos aplicar a nuestras vidas para encaminarla y enriquecerla.

Empezaremos por mencionar que esta Parábola fue dada por Jesús en la ciudad de Jerusalén ante un grupo de lideres religiosos de la época, los fariseos, y en la cual Jesús comienza por decir y asegurar que el que no entra por la puerta del redil, si no, que sube por otra parte es un ladrón y salteador, haciendo un paralelismo entre las ovejas y los seres humanos, dejándonos claro que solo hay un camino para llegar a la vida eterna y que ese camino es El. Ahora bien, en la época de Jesús un redil de ovejas era un recinto amurallado o con una reja alta hecha de estacas la cual tenia una abertura o entrada; El recinto también solía ser una cueva de piedra y los pastores guiaban sus rebaños de ovejas hasta ellas cada noche para protegerlas. Estas estructuras no tenían puertas como tal, entonces los pastores se sentaban o acostaban en la abertura para evitar que los depredadores atacaran a sus ovejas. Así que, Jesús esta describiendo su cuidado personal y devoción constantes para los que le pertenecemos, El aquí dice claramente que El es la puerta, y que el que por El entra, será salvo y entrara y hallara pastos. Jesús nos dice y asegura que en El, estaremos confiados y tendremos reposo.

Asimismo, nombra también al portero y a los extraños, a los cuales las ovejas no reconocen y de los que huyen, en cambio si siguen al pastor, ya que reconocen su voz y saben que es el que las cuida y alimenta. También hace referencia a los ladrones; Un ladrón es alguien que roba en secreto y un salteador es aquel que saquea abiertamente y con violencia. A diferencia, el pastor es alguien que entra por la puerta, tiene autoridad sobre sus ovejas y estas lo reconocen. Jesús también dice, que el ladrón viene solo para hurtar, matar y destruir pero que El ha venido para darnos vida y vida en abundancia. Nos deja claro que El es el Buen Pastor, pero que también hay otras ovejas que no son de su rebaño pero que igual desea cuidarlas, alimentarlas, protegerlas de los lobos rapaces, de los ladrones y salteadores. Finalmente nos dice que El da su vida por todas, se expone, la ofrece voluntariamente, para que ni una se pierda. Por ultimo menciona a los asalariados, de quienes no son las ovejas, y como estos, al ver venir a los lobos rapaces huyen y las abandonan, dejándolas para que las arrebaten y las dispersen, ya que como son asalariados no les importan.

Terminamos esta reflexión diciéndote querido amigo, amiga, hermano, hermana, que en El estaremos confiados, que El nos guiara por sendas de justicia, que nos protegerá en todo momento, porque así lo ha dicho, que confortara nuestra alma y que con El moraremos por largos días.
¡Les bendigo!