ENTRE PADRES E HIJOS
“El hijo sabio alegra al padre; Mas el hombre necio menosprecia a su madre” Proverbios 15:20.
Si proviene de un hogar que solo dejo recuerdos dolorosos de la niñez, debe ser muy difícil pensar en sus padres tiernamente. A pesar de esto, Proverbios nos impulsa a respetar a nuestros padres como niños, a pesar de lo imperfectos que hayan sido. Probablemente no nos guste o aprobemos todo lo que ellos hacen (o hicieron), pero solo un necio despreciaría a sus padres (Pr. 15:20).
Es importante hacer notar que la Biblia ve la paternidad como una sociedad entre ambos, el padre y la madre, donde juntos están llamados al cuidado de sus hijos. Esto es lo ideal ya que en un hogar con tales características el hijo prosperara en la vida. Pero aunque nuestros padres cumplieren o no con las responsabilidades Bíblicas, ellos siempre merecerán una medida de respecto y consideración.
Los proverbios incluyen un número significativo de principios sobre como nosotros y nuestros padres debemos relacionarnos:
- Tenemos una vida gracias a la unión de nuestro padre y nuestra madre (Pr. 4:3; 23:25.
- Como hijos, causamos un impacto profundo sobre como nuestros padres ven su propia vida y evalúan su propia importancia (Pr. 10:1; 15:20; 17:25; 23:24).
- La forma en que tratemos a nuestros padres es la imagen de nuestros valores y actitudes (Pr. 19:26).
- La falta de respeto hacia nuestros padres puede tener terribles consecuencias para nuestra propia vida (Pr. 20:20)
- Debido a que nuestros padres son mayores, debemos darles el regalo de escucharlos y cuidarlos (Pr. 23:22).
- Al perseguir la sabiduría, no solo nos beneficiamos a nosotros mismos, también les entregamos una gran alegría a nuestros padres (Pr.23:25; 29:3).
- Al seguir por el camino de la necedad y la maldad, seremos una fuerza destructiva para la vida de nuestros padres (Pr. 28:24; 29:15).
- Sufriremos en gran manera si no demostramos el respeto que nuestros padres se merecen (Pr. 30:11, 17).
Les Bendigo!
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