1 Crónicas 1:32
"Y Cetura, concubina de Abraham...".
Leer Génesis 25:1-6 y 1ª Crónicas 1:32-33
A la muerte de Sara el patriarca de Mamré quedó viudo. Hacía mucho que Agar había huido al desierto de Madián. Después de casarse Isaac con Rebeca, el hijo había dejado el techo paterno. Estos cambios dejaron a Abraham solo, y esto le indujo a casarse de nuevo. Esta vez se casó con Cetura.
Cetura le dio seis hijos: Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. Esto parece raro cuando se recuerda que Abraham tenía aproximadamente 140 años cuando se casó Isaac. Esto sólo es compatible con un curso especial de los sucesos. Por ello, algunos dicen que esto es un cuento de hadas. Otros comentaristas dicen que Cetura era la concubina ya desde mucho antes. Sin embargo, esto es imposible. Primero porque "Y Abraham tomó otra mujer", lo cual sugiere un orden cronológico en los sucesos. Segundo: si Abraham ya tenía seis hijos antes del suceso de Agar y del sacrificio de Mona, la cosa es incomprensible.
El uso de la palabra concubina sólo indica que esta mujer no tenía todos los privilegios y derechos que Sara había tenido, y esto lo prueba el que no hubo derechos hereditarios para los hijos. En cuanto al hecho de que Abraham engendrara a esta edad, hemos de recordar que su virilidad había sido restaurada milagrosamente por el nacimiento de Isaac, y hemos de creer que persistió hasta su muerte. Esto es parte de la promesa de que su simiente se multiplicaría como la arena del mar y como las estrellas. No vamos, pues a detenernos más en esto. Lo que nos interesa es sólo que por el matrimonio, Cetura pasó a ser la segunda esposa de Abraham.
El ejemplo del patriarca, naturalmente, no es una ley de conducta. Es curioso que Cetura es la primera mujer que se nos menciona que estaba dispuesta a casarse con un hombre que lo hacía por segunda vez. Esto no implica censura para Abraham ni para Cetura. En realidad fue una bendición el que tuviera tantos hijos, lo que contribuyó al cumplimiento de la promesa a Abraham. Es de notar que en aquellos tiempos la esterilidad femenina no era rara. Recuérdese que Sara, Rebeca, Raquel y Lea tuvieron muy pocos hijos. Hay algo simpático en la idea de que el viejo patriarca se vio rodeado por el amor de una mujer en su última edad y por todo un círculo de hijos.
"Y Cetura, concubina de Abraham...".
Leer Génesis 25:1-6 y 1ª Crónicas 1:32-33
A la muerte de Sara el patriarca de Mamré quedó viudo. Hacía mucho que Agar había huido al desierto de Madián. Después de casarse Isaac con Rebeca, el hijo había dejado el techo paterno. Estos cambios dejaron a Abraham solo, y esto le indujo a casarse de nuevo. Esta vez se casó con Cetura.
Cetura le dio seis hijos: Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. Esto parece raro cuando se recuerda que Abraham tenía aproximadamente 140 años cuando se casó Isaac. Esto sólo es compatible con un curso especial de los sucesos. Por ello, algunos dicen que esto es un cuento de hadas. Otros comentaristas dicen que Cetura era la concubina ya desde mucho antes. Sin embargo, esto es imposible. Primero porque "Y Abraham tomó otra mujer", lo cual sugiere un orden cronológico en los sucesos. Segundo: si Abraham ya tenía seis hijos antes del suceso de Agar y del sacrificio de Mona, la cosa es incomprensible.
El uso de la palabra concubina sólo indica que esta mujer no tenía todos los privilegios y derechos que Sara había tenido, y esto lo prueba el que no hubo derechos hereditarios para los hijos. En cuanto al hecho de que Abraham engendrara a esta edad, hemos de recordar que su virilidad había sido restaurada milagrosamente por el nacimiento de Isaac, y hemos de creer que persistió hasta su muerte. Esto es parte de la promesa de que su simiente se multiplicaría como la arena del mar y como las estrellas. No vamos, pues a detenernos más en esto. Lo que nos interesa es sólo que por el matrimonio, Cetura pasó a ser la segunda esposa de Abraham.
El ejemplo del patriarca, naturalmente, no es una ley de conducta. Es curioso que Cetura es la primera mujer que se nos menciona que estaba dispuesta a casarse con un hombre que lo hacía por segunda vez. Esto no implica censura para Abraham ni para Cetura. En realidad fue una bendición el que tuviera tantos hijos, lo que contribuyó al cumplimiento de la promesa a Abraham. Es de notar que en aquellos tiempos la esterilidad femenina no era rara. Recuérdese que Sara, Rebeca, Raquel y Lea tuvieron muy pocos hijos. Hay algo simpático en la idea de que el viejo patriarca se vio rodeado por el amor de una mujer en su última edad y por todo un círculo de hijos.
Por esto Cetura se nos presenta como un tipo distinto de esposa. No como una joven que dedica su vida al marido con cariño. No como una esposa que es, hasta cierto punto, independiente en su propia tienda. Sino como una esposa que tiene cuidado de una persona de edad. Esto implica devoción, que combina el afecto de esposa con el de madre. Es como la hija mayor que cuida al padre.
No se trata de una relación romántica. No representa un matrimonio ideal. Pero es un matrimonio el cual la pasión, que ya no es vehemente adquiere cualidades altamente éticas. Naturalmente, no sabemos hasta qué punto Cetura amó a Abraham debido a su peculiar vocación y si compartía su fe.
Pero podemos decir que ocupa una peculiar posición como esposa de un hombre con un segundo matrimonio. En modo alguno este segundo matrimonio es prohibido por el Señor. No es obstáculo a la relación que habrá en el cielo, como dice Jesús a los Saduceos. Sabemos bien que los santos están unidos por el matrimonio, pero sabemos bien que son, sobre todo, hermanos y hermanas en Cristo. En el cielo los santos vivirán como los ángeles de Dios. No se trata de un matrimonio de conveniencias, o como se dice hoy un "unir los recursos" o cualquier otro arreglo por razones superficiales. Ha de haber sincera devoción entre los dos. Ha de haber la consagración de esta calidad en que el amor se combina con el deseo santo de ser una ayuda para el que está solo y solitario.
¡Les Bendigo!
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