2a de Samuel 11:3
"Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías Heteo".
Leer 2a Samuel 11:2-5, 26, 27; 12:15-24; 1a Reyes 1:11-40
El nombre de Betsabé va unido al terrible pecado cometido por David. Es tan terrible que nos asombra que pudiera ser cometido por un hombre de quien Dios se había agradado. Representa tres transgresiones distintas. En primer lugar, un acto de adulterio ignominioso. Segundo, David hizo embriagar a Urías, en un esfuerzo para disimular su propia culpa. Finalmente, intrigó y dispuso las cosas de forma que Urías muriera en el ataque a una ciudad. Dio órdenes expresas de que se le dejara en la estacada.
Dios no hace acepción de personas y estos hechos son relatados en la Biblia. David el elegido de Dios fue culpable de una conducta vergonzosa. Pero también hemos de observar la conducta de Betsabé. Como es natural, al hablar de este asunto siempre hablamos de lo que hizo David, pero hemos de pensar en lo que hizo Betsabé también.
David se fijó en Betsabé al verla bañándose, mientras él se paseaba por el terrado de su casa. Hemos de suponer que Betsabé debía darse cuenta que se estaba bañando en un lugar en que podía ser observada. Probablemente, era en el terrado, que se haya en la mayoría de las casas en oriente en lugar del tejado. Allí pasa el aire y es un lugar agradable para estar, especialmente al atardecer. Betsabé no debía haberse expuesto y, por tanto, tenemos que hacerla responsable de su falta de pudor. En modo alguno se intentan estas palabras como una disculpa para David. Sobre este punto no se necesitan más comentarios.
"Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías Heteo".
Leer 2a Samuel 11:2-5, 26, 27; 12:15-24; 1a Reyes 1:11-40
El nombre de Betsabé va unido al terrible pecado cometido por David. Es tan terrible que nos asombra que pudiera ser cometido por un hombre de quien Dios se había agradado. Representa tres transgresiones distintas. En primer lugar, un acto de adulterio ignominioso. Segundo, David hizo embriagar a Urías, en un esfuerzo para disimular su propia culpa. Finalmente, intrigó y dispuso las cosas de forma que Urías muriera en el ataque a una ciudad. Dio órdenes expresas de que se le dejara en la estacada.
Dios no hace acepción de personas y estos hechos son relatados en la Biblia. David el elegido de Dios fue culpable de una conducta vergonzosa. Pero también hemos de observar la conducta de Betsabé. Como es natural, al hablar de este asunto siempre hablamos de lo que hizo David, pero hemos de pensar en lo que hizo Betsabé también.
David se fijó en Betsabé al verla bañándose, mientras él se paseaba por el terrado de su casa. Hemos de suponer que Betsabé debía darse cuenta que se estaba bañando en un lugar en que podía ser observada. Probablemente, era en el terrado, que se haya en la mayoría de las casas en oriente en lugar del tejado. Allí pasa el aire y es un lugar agradable para estar, especialmente al atardecer. Betsabé no debía haberse expuesto y, por tanto, tenemos que hacerla responsable de su falta de pudor. En modo alguno se intentan estas palabras como una disculpa para David. Sobre este punto no se necesitan más comentarios.
No se nos dicen las circunstancias de la entrevista de Betsabé con David cuando éste la mandó llamar. Sólo sabemos los resultados. “Cuando llegó, David se acostó con ella... La mujer quedó embarazada”. No sabemos si podía presentir el motivo de la llamada, pero sí que tenía que haberse resistido a los requerimientos del rey. Si Betsabé rió hubiera consentido bajo ninguna circunstancia, como era su deber, David no habría tenido oportunidad de cometer este pecado y ella tampoco. Por tanto, hemos de considerar a Betsabé como cómplice en el adulterio.
El resto de la historia es bien conocido. Urías era un hombre leal, sincero e incapaz de pensar la traición que habían cometido contra él su esposa y el rey. Los dos. Muerto Urías Betsabé, ocupó el lugar de una de las esposas de David. Cuando dio luz al hijo ella ya se hallaba en el palacio.
Las Escrituras no nos dicen nada con respecto a la forma en que ella juzgó su propia conducta. Sólo se nos habla de David. El relato nos muestra el pecado y arrepentimiento de un gran hombre. También el castigo que sufrió por el mismo. Finalmente, nos habla de su restitución. Porque David pagó toda su vida las consecuencias de estos pecados. Betsabé es responsable con el rey. La historia es un aviso, a toda mujer que juega con su hermosura física, de los graves peligros en que incurre. Dios exige que todos nuestros caminos sean rectos en su presencia.
¡Les Bendigo!
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