sábado, 31 de enero de 2009



INSTRUYE AL NIÑO

“Instruye al niño en su camino. Y aun cuando fuere viejo no se apartara de el”. Proverbios 22:6

Indudablemente este es uno de los versos mas citados de los Proverbios de Israel, pero existen tres asuntos en la interpretación de este versículo sobre los que continúan los debates: (1) El significado del verbo “instruir”, (2) La intención de la frase “en su camino”, y (3) El significado de “el no se apartara” en la segunda mitad del versículo.

Primero, la palabra para “instruir” (heb. Hanak) es un término relacionado con la festividad familiar llamada “Hanukkah”, nombre que proviene de la palabra hebrea para “dedicación”. El hanak tiene un uso muy especial: la dedicación de un niño al Señor o al camino de Dios en su vida. Incluye la estimulación de respuestas apropiadas (quizás incluso el crear un gusto por algo) y la guía (inicial) en los caminos correctos. Esta es la principal tarea paternal: recibir a los niños como un don del Señor y entonces guiarlos durante sus vidas por los caminos de Jehová. De esta manera, el versículo presenta el principio educativo, dado también por Pablo en 1 Corintios 3:1-3. (He. 5:12).

Segundo, con relación a la frase “su camino” varios expertos afirman que la Biblia se refiere al camino natural del niño, a sus talentos e intereses. Según estos expertos esta frase se parafrasea como “permítale seguir su inclinación natural”.

Este puede ser un gran consejo paternal bajo un punto de vista común, pero no existe ninguna explicación convincente. En los proverbios la frase “su camino” se refiere a la moralidad correcta a los ojos de Jehová (Pr. 15:10). Sin una definición extensa, uno se inclina a decir que la frase “su camino” se refiere a la inclinación natural del niño. Sin embargo, el camino de Proverbios es el camino de Dios. Por esto es muy probable que el camino encomendado al niño sea el camino de Dios y de su Palabra.

Otras personas sugieren que el camino del niño es su inclinación natural a la depravación. Nosotros podríamos parafrasear: Permita al niño crecer según su propio camino, y cuando sea viejo, se confirmara en la perversidad. Según esta lectura, el versículo es bastante negativo. Este punto de vista hace justicia a “su camino”, pero no presta la debida atención al verbo hanak.

Tercero, y muy importante, se cuestiona la fuerza del verbo “no se apartara”. Muchas personas se acercan a los Proverbios sin ningún sentido real del género de literatura que leen. Han dado a este versículo un sentido absoluto, y lo presentan como una especie de promesa de la boca de Dios. La idea se parafrasea así: Cuando los padres han realizado bien su tarea, hay una promesa obligada de Dios de reservar a los hijos de ese padre para la eternidad.

El problema es que no existe tal garantía en las Escrituras, en este versículo ni en otro. Estos versículos son principios, no promesas. El padre piadoso no tiene garantía de parte de Dios a favor de sus hijos fieles. Cada generación es responsable de su relación con Dios. De forma breve: este versículo es un proverbio; no una promesa. El verbo de este proverbio es imperfecto (en el tiempo presente). La forma verbal significa que uno puede observar el proceso repetidas veces y estar consciente de ello.

Entonces el objetivo de Proverbio 22:6 es presentar la tarea paternal en un equilibrio divino. Los padres hacen su parte y Dios hace la suya. No hay magia; no hay garantía. Pero por lo menos hay un sentido de participación, entusiasmo y realización.

¡Les Bendigo!




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